Ifá ve a la envidia como a un hijo de la tierra, es decir, como a uno más de los poderes con los que la humanidad tiene que luchar. Pero, ¿quién es Envidia? A continuación, expondremos un Ese Ifá que explica cómo fue que Ote (envidia) llegó a la tierra:
Irete A Nsa
El hijo malvado de Aiye
Traducción:
Él dice,
Arote ta nsa (Vemos a la envidia y salimos corriendo)
abierto como los ojos de odide
el polvo(de la mata de ikin)
se convierte en eyin
y si el racimo no se muere
llegará a llamarse Eyin.
Realizaron adivinación
para Aiye.
Aiye iba a parir a Ote.
Gente de Opo.
Gente de Ofa.
Nos encuentran
en medio del vencimiento
por medio del ébó.
Explicación:
Aquí está Aiye, la cual fue por adivinación, los babalawos le dijeron a Aiye que ella debía de realizar ébó, le dijeron que tendría muchos hijos, pero que uno de ellos iba a ser muy malo. Este hijo malo iba a ser la causa de muchos problemas. Aiye nada más realizó el ébó para tener hijos, pero no realizó ébó para no tener hijos malos. Cuando comenzó a tener hijos, parió uno que fue malo, muy malo. Cuando él nació, se llamó Ote ( envidia). Este hijo trataba de destruir todo lo bueno realizado por los demás. Para él no había nada bueno. Así, hasta el día de hoy, cuando la envidia, Ote, ve que una persona va a progresar, siempre la retrasa.
Si uno esta pidiendo hijos, cuando Ote (envidia) se atraviesa en el camino de la persona, no permite que ésta tenga hijos.Y si uno quiere construir casa o comprar un coche, cualquier cosa que uno quiera, si Ote se atraviesa, nada puede salir bien. Las cosas que uno quiere lograr, cuando la envidia se interpone, todas las descompone. Ifá dice que esta persona tiene que realizar ébó para vencer la envidia. Ote (envidia) nos persigue a todos hasta nuestros dias.
COLECCIONES DE IFÁ OSHENIWO
Con este Ese Ifá, ifá nos explica cómo fue que Ote (envidia) nació. Aun cuando se le advirtió a su madre, la tierra, que podía tener un hijo malo, ella no realizó el sacrificio y éste fue el error que provocó que Ote naciera y existiera hasta nuestros días.
Ote es otro de los sentimientos que Aiye (la tierra o la humanidad) conserva en su seno. En algunos se desarrolla más que en otros, en algunos toma una forma benigna y en otros una forma maligna, pero todos lo llevamos. Para una parte de la humanidad, la envidia es como una forma de medir lo que otros logran y con base en ello, ajustar sus propias metas. Porque para aquellos que no tienen una meta sólida, al ver los logros de otros, estos logros representan el impulso suficiente para imponerse a sí mismos una meta similar a la que alcanzaron quienes tomaron como ejemplo. Ésa es la buena envidia, la que nos sirve para medir lo que queremos, la que nos sirve para medirnos a nosotros mismos.
Cuando alabamos a héroes, líderes, jefes, grandes filósofos, etc., lo hacemos con base en una envidia buena, seguimos el ejemplo de quienes tuvieron una idea y nos la dejaron. El tratar de emularlos es una manera de expresar envidia, pero es un buen modo de querer lo que otros tienen, piensan o dicen. Ésta no es una mala forma de querer lo que otros tienen o logran, porque es una manera de seguir las ideas de quienes las enfocaron de un modo que nosotros, en lo personal, quizá jamás hubiéramos logrado imaginar. Esta envidia no es mala.
Si analizamos la vida humana, la misión de cada uno es lograr aprender de lo que otros dejaron y de ellos (una minoría), se aprenderá no sólo lo que dejaron, sino se seguirá indagando un poco más, por lo que sus ideas también servirán para que, en un futuro, sirvan a otros de aprendizaje. Así, por ejemplo, vamos a una escuela a tratar de aprender lo que dejaron otros, o sea que tratamos de imitar, emular o lograr aprender lo que otros, antes de nosotros, aprendieron y nos legaron. Estas formas de emular no son una envidia mala, sin embargo, podemos verlas como envidia porque queremos algo que no poseemos, pero en estos casos sólo tratamos de aprender de quienes tienen más talento que nosotros, queremos tomar a la persona como guía, esto no podemos verlo como una envidia desarrollada de forma maligna.
¿Cuál es la envidia maligna?
La envidia maligna es aquella que no toma como metas para escalar lo que han logrado otros, sino que trata de descalificar, minimizar, calumniar y desprestigiar con la única finalidad de tratar de lograr que aquellos que, desde el punto de vista de la persona, se consideran mejores, puedan ser visto por los otros al mismo nivel del envidioso como resultado de sus descalificaciones. El envidioso es aquel que no toma las vivencias de otros como ejemplo para escalar, sino que se atrinchera en su mediocridad y, desde ahí, trata de bajar la moral y el prestigio de los demás a su propia escala, a la que él tiene, aquella que no levanta un escalón del suelo. Estos portadores de este mal son capaces de “crear” las historias más creativas posibles y, cuando hacen esto, lo hacen tan bien, que demuestran que de algo les sirve envidiar a otros, pues descubren que son compositores, actores, poetas y grandes creadores. Sólo que por estar mirando la luz de otros, no salen de su propia oscuridad.
Ifá dice que todos tenemos un destino, todos tenemos una capacidad, solamente tenemos que descubrirla, tenemos que buscarla y esto, muchas veces, es el gran dilema entre llegar o estancarse. Pero el hecho de que nosotros triunfemos o no, no puede ser nunca una excusa para demeritar los logros de otros. Nunca debemos de albergar esos sentimientos en nuestro corazón.
Quienes nacen para líderes naturales lo serán, pero en su propio ambiente. Una persona con un odu de liderazgo será líder, pero el entorno en que él lo sea será aquel en el que él se desenvuelva, en el que se relacione y esto será algo que esa misma persona construya, será su responsabilidad y de ninguna manera un logro que le pueda atribuir a alguien más. Si un hombre nació para dirigir a un pueblo pero no se sacrificó para estudiar, no podrá dirigir a un pueblo culto, pues ¿qué podría enseñarle? Nada, él no podrá enseñarle nada. Quizá su destino se cumpla, pero el ambiente en el que se cumpla nunca va a ser el mismo que hubiera tenido si él se hubiera sacrificado. Por lo general, este tipo de personas serán líderes, pero serán líderes frustrados y podrán dirigir a quienes los escojan como guía, pero por un sendero equivocado.
Si todos valoráramos nuestro propio destino, nadie sentiría envidia del prójimo, ya que cada quien tiene un don y ese don es bueno para cada quien. Si una persona es médico, pero no tiene el don para ello, será un mal médico, un médico frustrado y de plano no alcanzará los logros que hubiera alcanzado si hubiera descubierto su propio don. Quizá un carpintero tenga un nivel social más bajo que un médico, pero si una persona tiene el don de ser carpintero, ese carpintero llegará a tener más fama y más ganancias que cualquier médico sin el don para ejercer como tal.
No importa si existen títulos que hagan a las personas con más valor ante la sociedad, desde la mira de nuestra religión, nosotros tenemos que realizar nuestro destino y no lo que indique la sociedad.
Aquellos que por naturaleza muestran una gran preocupación por los logros de los demás, por lo general, demuestran una baja autoestima, pues no son capaces de dedicar su tiempo a la investigación de sus propios dones, prefieren perder el tiempo persiguiendo y criticando los logros de otros. Este tipo de personas por lo general tienen un ídolo, tienen a alguien que consideran su guía, aunque sea de forma oculta, pero como todo fanático, cuando el supuesto guía no hace lo que ellos creen que es correcto, entonces vienen los grandes problemas.
A veces nos preguntamos por qué hay líderes religiosos o sociales, presidentes, que comienzan con una gran popularidad y terminan con muy poca estima e incluso con una marcada aversión hacia ellos. ¿Por qué? Porque cuando aplaudimos a un líder, vemos en él a alguien que puede hacer lo que nosotros no podemos hacer. Pero cuando ese líder no cumple con el deseo de unos o de otros, irá perdiendo su popularidad, porque un buen guía tiene que responderle a todos y todos tienen formas diferentes de pensar y de actuar. El presidente será líder del sindicato y también de los empresarios, pero tendrá momentos en los que tendrá que tomar determinaciones que perjudiquen a unos o a otros. Él debe de actuar con justicia y, para ser justos, no podemos quedar bien con todo el mundo, sino con la razón.
Tenemos que tener en cuenta que no todos tenemos la misma suerte, algunos, quizá sin haber estudiado nada, logran tener mucho. Nosotros, desde nuestra perpectiva, no podemos determinar cómo es que se pueden alcanzar las metas, pues cada quien tiene su propia forma de ver las cosas y debemos de respetarlas aun cuando no estemos de acuerdo con esas personas. Como ya dijimos, cada quien tiene un don en la tierra y ese don se cumple, no todos somos iguales.
Por otro lado, ifá dice que nadie puede voltear la suerte de otros por envidia, el siguiente Ese Ifá explica esto:
Otura ogunda
La casa
Introducción
Ifá dice que los araiye quieren destruir o bloquear loa asuntos de la persona a la que le sale este odu. Ifá dice que las cosas malas que le hagan a él, ifá lo convertirá en iré, ifá dice que la persona tiene que realizar ébó para que todas las cosas malas que le hagan se conviertan en iré.
Traducción:
Ifá dice,
la gente la gente.
Es el babalawo de la casa
él realizó adivinación para la casa
cuando la casa estaba rodeada de enemigos.
Le dijeron a la casa que tenía que realizar ébó.
La casa escuchó y realizó el ébó.
Él dice, los enemigos dicen
vamos a dañar a la casa
pero lo que ellos tratan de hacer
se convierte en belleza.
La gente la gente (el babalawo)
al realizar ébó
nos encuentra en abundancia de iré.
Explicación:
Aquí está Ilé (la casa) donde vivían sus propios enemigos. Cuando la gente pintaba el piso de la casa con bótò (eses fecales de los animales que, ligadas con hierbas, se emplean actualmente en Nigeria para pintar el piso de las casas), los enemigos de la casa hacían esa mezcla con el fin de perjudicarla y, sin embargo, con esta mezcla la casa se comenzó a ver mucho más bonita. Como todos la veían mucho más bonita, Ilé se sintió feliz y comenzó a festejar dándole gracias a sus babalawos, sus babalawos a ifá e ifá a Olódúmáré.
COLECCIONES DE IFÁ OSHENIWO
Ifá dice que el mal que se le trate de hacer a otros por envidia jamás prosperará y, contrario a eso, servirá para darle más valor a quien se le trata de hacer daño. El mal sólo será un camino para llevar al bien; una mentira sólo servirá para llegar a la verdad; al final, la envidia sólo servirá para darle valor a la razón y la verdad.
No existe ninguna maldad ni ningún mal que pueda cumplirse en el cuerpo de alguien a quien tratemos de hacerle mal por envidia. Con seguridad, todo lo que hagamos motivados por la envidia sólo servirá para realzar los valores de la víctima.
La envidia y sus diferentes puntos de vista en nuestra religión
En nuestra religión estamos convencidos de que todo el mundo tiene su ashe (ase). Hay muchas personas que se pueden considerar dichosas en nuestra religión, personas que quizá, sin ningún conocimiento, logran tener grandes pueblos de seguidores, por su gracia para ello, porque ellos nacieron para guías. Pero, ¿cuál es el riesgo? Sucede que si un guía no se prepara para serlo, por lo general será guía sólo por un tiempo, pasado ese tiempo, cuando sus seguidores comiencen a abrir los ojos, cuando sus seguidores busquen respuestas que no encuentren en sus guías, es casi seguro que las busquen fuera de su ilé. Por lo mismo, ifá indica que los guías deben de prepararse para ello, un guía debe de sacrificarse para servirle a su pueblo y si un buen guía tiene todas las respuestas para su pueblo, es más difícil que la envidia logre su objetivo con él. Nosotros podemos luchar contra la envidia, pero independientemente de los sacrificios que como religiosos hagamos, debemos de prepararnos constantemente para que nadie pueda tener razones lógicas con las que pueda destruir la confianza de nuestro pueblo y su envidia logre su mal objetivo.
La envidia no entiende razones ni lógica, la envidia sólo se basa en querer lo que otros tienen, muchas veces sin ninguna preparación ni sacrificio para ello, otras veces, el envidioso, sabiendo que no puede alcanzar su objetivo, se complacerá con tratar de destruir por medio de calumnias y difamaciones, porque al no lograr igualarse a su objetivo, busca rebajarlo a su nivel. Sobre esto ifá dice:
Ose Oniwo
Traducción:
Lo que hace doler el estómago
está en el vientre de la gallina.
Lo que hace doler el hígado
está en el cuerno del venado.
Lo que hace que uno no prospere
está en la espuela del gallo.
Realizaron adivinación para Òrúnmìlà
el día que él y Osanyin eran amigos.
En corto plazo
nos encuentran venciendo
por medio del ébó.
Venciendo por medio del ébó
nos encuentran al pie
del rey de los orisa.
Explicación:
Aquí esta Òrúnmìlà quien es amigo de Osanyin. Todo lo que Òrúnmìlà hace, Osanyin lo sabe. Osanyin un día se preguntó que cómo era posible que todo el mundo llamara a Òrúnmìlà para todos lados, cualquier cosa que pasaba siempre llamaban a Òrúnmìlà y Osanyin se preguntaba ¿y nosotros qué? Osanyin decidió envenenar a Òrúnmìlà, pero Òrúnmìlà había realizado ébó, su Orí lo salvó de las malas intenciones de Osanyin.
COLECCIONES DE IFÁ OSHENIWO
Los logros de otros no deben de ser el motivo de que aflore la envidia en nosotros, el logro de otros es de otros, no es nuestro, los logros de otros son de otros, así como los nuestros, son nuestros.
Aquel que sólo se queda sentado para ver cómo otro construye una casa para después criticar la construcción, jamás logrará tener una casa propia por estar pensando en la casa ajena.
Ifá dice que cada quien tiene un destino y cada destino bien desarrollado, con seguridad, va a ser bueno, pero desgraciadamente, la mayoría de la gente no conoce cuál es su destino y prefiere vivir criticando a quienes logran encontrar el suyo.
Este artículo no tiene la intención de criticar a nadie. Nuestro objetivo es crear conciencia en los seguidores de nuestra religión, para que por ningún motivo se unan a quienes todo lo critican sin tener tiempo de crear nada. Nuestro objetivo es crear conciencia para que cada quien identifique su propio destino y lo desarrolle con la finalidad de que todos tengamos una vida mejor.
A nombre de la Sociedad Yoruba de México
Leonel Osheniwo