“El legítimo y buen religioso se distingue sobre la mayoría, de bata o de guayabera, de Jean o de traje, con decenas de collares o con tan solo un ide, adinerado o de escasos recursos, se preocupa por los demás; brindando su tiempo y su àṣẹ para ayudar a los menos afortunados. Con dinero o sin él, siempre podemos hacer algo para ayudar y mejorar las circunstancias que atraviesan los demás. La gentileza, la humildad y el conocimiento básico, son los que hacen al gran sacerdote, al verdadero religioso.” Rafael Molina Oluwo Ifasemu Director Fraternidad Ifá de las Américas.