Salud y gratitud para los presentes, mucha luz y sentimientos para los ausentes.
Miami 14 de Junio de 2014.
por Rafael Molina Oluwo Ifasemu para Fraternidad Ifá de las Américas
Tan importante es el género masculino como el femenino dentro de Ifá –todos los Òrìsàs convergen dentro de Ifá-, no podría crearse una vida en el caso de los seres humanos y en la mayoría de las criaturas del planeta si existiese la ausencia de un género. Hay excepciones de criaturas que poseen los dos sexos, y entre ellos mismos tienen sus métodos se fecundación para expandir su especie, pero no es el caso de los ovíparos, mamíferos, entre ellos la raza humana.
El género femenino es de suma importancia, de allí la grandeza de la mujer en nuestra especie, que Olódúmáré le haya dado el Asé de ser las dadoras de vida, de poder fecundar en su vientre otro ser humano, de cuidar de él, de velar por su desarrollo, y hasta de probar sus sentimientos, y ponerla a prueba al darle la potestad de decidir si el ser engendrado por ella llegue a vivir o no, eso da la importancia del género femenino, que vas mas allá de lo biológico, es una gracia divina energéticamente poderosa, que rebasa todo ceremonial de iniciación o todo intento de que otro ser humano, sea hombre o mujer intente darle “un Asé –bendición- más grande que la que le dio Olódúmáré –Dios- el creador.
Las mujeres tienen el derecho de conocer su destino, y las previsiones para que este no se desvié de su verdadero propósito y misión terrenal, pero nunca otro ser humano le dará a la mujer un poder más grande que el que la mujer trae de manera innata al llegar a la tierra, esto, no es simplemente poder engendrar otra vida, que es algo fantástico y extraordinario, esto es una energía divina más poderosa que cualquier investidura que el ser humano pueda confeccionar o crear, es el poder de Olódúmáré el que nunca será desplazado.
Sin la semilla del hombre, su espermatozoide, es imposible el ovulo pueda ser fecundado, de antemano es una fantasía que por obra y gracia de un espíritu santo una mujer salga embarazada, tiene que existir el contacto del semen dentro de los órganos reproductivos de la mujer, bien de manera natural como debe ser, o ahora en estos tiempo por la tan usada inseminación artificial, muy demandada por mujeres sin pareja, mujeres que sus parejas son estériles o por mujeres de inclinación lésbica.
Podríamos decir que Padre es un termino para todo aquel que asume su responsabilidad de orientar, darle sustento y cariño a su hijo, y Progenitor es solo el que engendra y se retira, o no cumple con el rol de un Padre verdadero. Por eso a veces vemos hombres que hacen el verdadero papel de padres con hijos que ellos no engendraron, pero los criaron, cumpliendo la buena labor que el mismo Progenitor no pudo hacer o no le dio la gana de hacer… cada acción trae una reacción, y el eco retumba en los rincones del universo regresando una respuesta a las cuentas Kármicas de cada uno.
Dentro de nuestra religión, los Ikines –agdele-, que son las semillas de palma africana, que representan la boca de Òrúnmìlà, y son usados para adivinación en el Opón Ifá –tablero de madera- representan el espermatozoide del hombre, así como de la misma manera podemos ver que los Cowrie (cauries, cauri, llamados asi en la diáspora) , que son los caracoles usados en el oráculo de Merindinlogun –Regla de Oosa- tienen la figura de una Vagina. De la misma forma el Epó –aceite de palma africana- representa la sangre que contiene los óvulos, y el Ori –manteca o aceite de cacao- representa el semen, esto en varias ceremonias secretas que realiza el Bàbáláwo y en algunos casos junto a su esposa, que es la llamada Apetevi Ayafa. Dentro de Ifa vemos como los procreadores de todo nuestro código sistemático binario, el cual contiene dentro de si, la liturgia que sustenta cada una de las energías Òrìsàs, cada ceremonia, cada descenso al planeta tierra de las divinidades, desde los principios de la creación del mundo, fueron por la fusión de los Odù Ejiogbe (masculino) y Oyeku Meji (femenino), de los cuales derivaron el resto de los 14 sagrados Odu Meji, y los restantes 240 Odù –figura binaria- Omolu o Amolu (Combinaciones mixtas de la conjugación de los Odù Meji) que forman no solo nuestro oráculo, sino que sustentan la estructura de nuestra religión en general.
El día del padre a nivel mundial en muchos países se usa para honrar la paternidad y la influencia del hombre sobre sus hijos, nuestras costumbre en Occidente dentro de la religión también le rendimos tributo a esa divinidad Òrìsà que es nuestro Òrìsà Alagbatori, llamado “ángel de la guarda”, el cual se nos dice es nuestro padre, y en el caso de los Òlorìsàs, llamados “Santeros”, cuando tiene un Òrìsà Alagbatori que es hembra, se le rinde tributo al que se determino en su ceremonia de iniciación era “su padre en el santo”, que no es más que esa divinidad Òrìsà masculina que hace un equilibrio con la divinidad femenina que funge como Òrìsà Alagbatori, pero que la verdad de todo, es la energía Òrìsà que se fusiona con el Orisa mas grande de todos después de Olódúmáré –Dios-, después de Òrúnmìlà, que es Ori, esa gracias divina que nos regalo Olódúmáré –Dios- a todos los humanos y que muchos a veces llamamos alma o espíritu, pero ciertamente es quien contiene nuestro código genético celestial y en él está el instructivo de nuestro destino, el cual solo puede descifrar Òrúnmìlà.
Padres malos y buenos existen en la vida, así mismo como madres desnaturalizadas, pero sin duda como bien lo decimos cada día llamado día de las madres, “el día del buen padre o de la buena madre es todos los días” porque gracias a ellos estamos en este planeta cumpliendo nuestras misiones. Así como los buenos padrinos, los buenos guías religiosos, son vistos como nuestros padres espirituales, esto cuando se han ganado el respeto por su buena conducta, así mismo incentivamos a todos los religiosos de buenos padrinos nunca olvidarlos y rendirle pleitesía así ya no estén en esta vida, pero no “el día del padre” sino, todos los días.
El buen padrino, nuestro buen mayor, aquel que a pesar de su alta investidura nos trata con respeto, se preocupa por nosotros, nos ayuda de muchas formas y maneras, merece la reciprocidad de esos buenos actos, y siempre es bueno demostrar con un gesto de gratitud que somos agradecidos en la vida.
A todos los padres nobles, aquellos que procrearon, y continuaron luchando por el bienestar de sus hijos, de la misma forma a todos aquellos Bàbáláwos y Òlorìsàs que se ganaron el respeto por su buena conducta ante sus ahijados, les deseamos un feliz día del padre, “el mejor agasajo que podemos hacerle a nuestros padres estén presentes o no lo estén, estén lejos o estén en otra dimensión, es recordar con gratitud en nuestros corazones todas las cosas buenas que han hecho o hicieron por nosotros, y agradecer en el alma con un gesto sincero de espiritualidad el cual seguro llegara a cualquier país distante o a cualquier rincón del universo donde este su alma”…
Feliz día a todos los buenos padres en nombre de todos los integrantes de la Fraternidad Ifá de las Américas.
por Rafael Molina Oluwo Ifasemu para Fraternidad Ifá de las Américas.