«Muchos Babalawos y Olorisas deben dejar de ser mercantilistas, no valorar a las personas por el dinero que poseen y que a la vez les pueden dejar. Valorar a las personas por el simple hecho de que nos tengan fe, de que confíen en nosotros, de que sean honrados ante nosotros y ante Ifá, eso es algo invaluable en estos tiempos, el que la persona ya crea y respete a Ifá, lo convierte en un ser valioso, porque a la vez está respetando la palabra de Ifá, la legítima y sincera, la que debe de llevar todo Babalawo. El respeto ajeno, a la tierra, a las criaturas, a su prójimo, ese es el seguidor o ahijado que debemos de valorar sobre aquel que solo nos puede dejar dinero, nunca olvidemos que solo nos llevaremos la cosecha de lo que aquí sembramos con nuestros actos, ni dinero, ni bienes materiales, eso desaparece y no es más que nada. Y muchos dirán «pero que falta hace», gánenselo con honradez, pero el que tenga la necesidad y no tenga dinero tambien hay que socorrerlo, hay que ganarnos parte de la estadía en esa nube del cielo, donde queremos descansar después de cumplir nuestra misión en la tierra, alli si se manifiesta el Odu Irosun Agbe -Irosoumbo-. El Babalawo y el Olorisa tienen que hacer que haya luz en la oscuridad que viven muchas personas, y es nuestra misión el prepararnos para ello, y así poder ayudar a tanta gente que nos puede pagar nuestra labor honesta de manera razonable, de la misma forma aquel que no nos puede pagar, nos está abonando lo que nos toca pagar a nosotros para tener una acogedora estadía en el más allá… Nuestros actos, nuestro proceder, esa es la fortuna o la miseria, la riqueza o la pobreza, que nos llevaremos y nos van a evaluar al partir» Rafael Molina Oluwo Ifasemu
