Años atrás, en Cuba, ningún Bàbáláwo se atrevía a plantar solo, sin compañía de otros sacerdotes, en una consagración religiosa. Esto era así porque aquellos Bàbáláwos eran mucho más respetuosos que los que hoy nos podemos encontrar; porque siempre los primeros actúan con más respeto que los que les siguen; porque los primeros están más cerca de dios; porque ellos, ancestralmente, por descendencia en la cadena familiar, tienen más cercanía con Olódúmáré que los que les siguen.
Si Olódúmáré creó a los hombres, los primeros estuvieron más cerca de él, por lo tanto, los secretos que ellos conocen son directamente dejados por Olódúmáré y tratan todos esos secretos con respeto. A medida que las familias van dejando descendencia, esa descendencia se va apartando cada vez más de la creación original y también se aparta del respeto a Olódúmáré. Veamos a Olódúmáré como una madre con algunos hijos, esos hijos comienzan a tener hijos, estos a su vez otros y así, sucesivamente. En consecuencia, mientras más lejano esté el vínculo, menos se acordarán de la madre Original y esa madre Original no es otra que Olódúmáré.
Trasladando esto a nuestros días, a las generaciones de babalawos actuales, hoy muchos se inician por fuera, pero nunca se consagran por dentro; hoy a muchos no les importa hacer verdaderas consagraciones, sino solo vender “deidades” sin importar la calidad de su montaje y de su consagración, apartándose del verdadero objetivo de nuestra religión.
Las consagraciones de ifá no deben de ser tomadas a la ligera. Si nos fijamos en la estructura de ifá, un solo ikin podría ser tomado como ifá, sin embargo, con un solo ikin no se puede sacar ningún odu de ifá, para ello se necesita del concurso de muchos ikines. Así también debemos de ver las consagraciones que se hacen por ifá. Si un babalawo va a consagrar Owofakan (mano de ifá), él no puede hacer solo esa consagración y no debe de buscar ninguna excusa para hacerlo, pues ifá es unión y cuando Òrúnmìlà provee una consagración de manos de ifá, no lo hace con el propósito de darle ganancias a un hombre (al babalawo que realiza dicha ceremonia), sino de proporcionarle un beneficio a quienes la reciben. Por otro lado, ésa es la forma en que Òrúnmìlà y Olódúmáré buscan la unión de sus sacerdotes para que conozcan lo que desconocen; intercambien conocimientos; se acerquen a la interpretación de otros; aprendan unos de los otros.
Porque el saber está repartido y nadie puede plantar solo, porque entonces se estaría jugando a ser dios.
Cuando ifá marca consagraciones o sacrificios grandes, lo hace para que busquemos a otros hermanos y de esta forma compartamos nuestros alimentos y ganancias con ellos.
Así, nuestro Orí puede estar contento con nosotros y además, cuando invitamos a otros hermanos y compartimos nuestros alimentos y nuestras ganancias con ellos, estamos haciendo feliz a su Orí, hacemos que otros Orí también nos bendigan y rueguen porque nosotros pronto tengamos nuevas consagraciones, porque el Orí de cada uno de los invitados a nuestras ceremonias sabe que, cuando tenemos consagraciones, su hijo convive entre hermanos como lo dicta Orí, come, bebe y gana dinero. Por ello, los Orí de esas personas invitadas a las consagraciones nos bendicen para que pronto tengamos otras consagraciones.
Así funciona nuestra religión, esa es su filosofía.
Para nosotros es importante compartir los alimentos con otros, porque dice ifá que la boca que alimentas no te puede maldecir, porque cuando haces el bien a muchos tienes muchas bendiciones. Son las bendiciones de los demás las que al ser aquilatadas no permiten que las maldiciones y los males de quienes no te quieren sean más que las bendiciones de quienes tienen mucho que agradecerte.
Nuestra religión se basa en el sacrificio y el sacrificio no es sólo de animales, el sacrificio es desprenderse de algo para compartir con los demás, visto de otra forma, cuando nosotros nos desprendemos de granos, verduras, frutas, etc., y se los entregamos a la tierra, ella con el tiempo nos retribuye con creces todo lo que le damos. Así como sólo cosecharán los que siembran, también en la vida sólo recogerán bendiciones aquellos que sean capaces de sacrificarse y dar de lo suyo a los demás.
Algunos viajan a Nigeria y vienen con la idea de que allá en cada linaje cada quien trabaja de una forma diferente. Encuentran en esto una excusa para hacer en la religión lo que mejor les conviene alegando que un solo babalawo puede entregar owofakan. Aseguran que así lo hacen algunos en Nigeria.
Aun cuando esto fuera cierto, ¿por qué no toman como ejemplo a los linajes que trabajan con infinidad de babalawos para sus consagraciones? Y no sólo para las consagraciones, incluso para realizar adivinaciones y ébó personal. Además, ¿de dónde sacan esas ideas tan locas? ¿Por qué tener que tomar como referencia el extremo más malo? ¿Por qué los religiosos no tratamos de seguir los mejores ejemplos? Si también hemos visto cómo muchos linajes o ramas trabajan con muchísimos babalawos para cualquier ceremonia, ¿por qué no tomamos esas ramas o linajes como ejemplo?
El Ese Ifá que expongo a continuación tiene la intención de crear conciencia en relación al respeto que se debe de tener por las consagraciones de ifá y de Oosa. El Ese ifá explica de una forma clara cómo funciona nuestra religión.
OTURA OFUN
II I
I II
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Por qué el babalawo no sacrifica él solo a ifá
Introducción
Ifá dice que él va a proveer iré a la persona que le sale este odu. Ifá dice que la persona tiene que realizar ébó y su ébó va a ser aceptado. Ifá dice que la persona no puede venerar a su ifá él solo.
Ifá dice que si su ifá pide eku (rata) o eran (animal de cuatro patas) él debe de llamar a otrobabalawo para que lo ayude a realizar la veneración. La persona debe de tratar con mucho respeto a los babalawos, nunca debe de sentirse superior a ninguno. Ifá dice que él va a ayudar a la persona a prosperar. Él debe de juntar a los babalawos y ofrecerles de comer.
ESE IFÁ
(Traducido)
Apá es el babalawo
de Alaketu.
Yangidi es el babalawo
de Igbàrà.
Yangidi murió con todo y raíz.
Murió con todas sus hojas.
Realizaron adivinación para
Akusa balé dà
el día que él iba a venerar ifá de Olumore.
Realizaron adivinación
para Olumore apalá
hijo de Yangidi
quien se convirtió en piedra.
Si ifá no ve a los babalawos
él no va a comer.
Akusa balé dà
(el que muere por ambición)
tú eres babalawo de la casa de Olumore.
Si ifá no ve a los babalawos
él no lo ayuda a uno
ifá no ayuda a uno.
Akusa balé dà
tú eres babalawo de la casa de Olumore.
Explicación:
Aquí esta Olumore Apalá, quien fue por adivinación con sus babalawos. Ellos le dijeron que tenía que realizar ébó con ewure, muchas ratas y muchos pescados, opolopo oti y opolopo owo. Él tenía que llamar a los babalawos y servirles de comer y de tomar.
Los babalawos le dijeron que ifá quería ciertas cosas (cosas que le mencionaron una por una) y opolopo oti (para los babalawos). Pero en lugar de seguir lo que ifá le había indicado, Olumore apalá esperó a que los babalawos se marcharan, buscó los materiales y se los ofreció a ifá diciéndole:
Ifá aquí está lo que me pediste (iwo ifá […] to lo gbà ni).
Mientras pensaba para sí que el resultado de hacer la ofrenda a ifá, sin que estuvieran los demás babalawos, iba a ser el mismo.
Después de que Apalá realizó el ébó con los materiales que los babalawos le habían indicado, no vio ningún resultado y volvió a llamar a los babalawos y les dijo:
Ustedes me dijeron que mi ifá estaba pidiendo eku, que estaba pidiendo eja y todo lo demás. Yo le ofrecí a ifá lo que ustedes me dijeron que ifá pedía, pero no vi ningún resultado.
Entonces los babalawos le preguntaron:
¿Quién realizó ese sacrificio?
A lo que Apalá contestó:
Yo lo hice solo.
Él dijo que todo lo que ellos le habían indicado lo había sacrificado, pero sin ayuda de nadie, él solo había hecho los sacrificios. Entonces los babalawos le dijeron: Apalá, ¿tú no sabes que ifá requiere el apoyo de otro babalawo para realizarle los sacrificios?
Y le dijeron que tenía que realizar ébó y que debía de preparar otras cosas (que ellos le especificaron), opolopo oti (mucha bebida) y opolopo owo (mucho dinero). Y también le dijeron que cuando hiciera todo esto en compañía de los babalawos, él iba a ver el resultado y el ébó iba a ser aceptado. Entonces podría gozar de la prosperidad y la abundancia. Apalá dijo:
Está bien, ya entendí.
Apalá buscó los materiales para su ébó y esta vez sí llamó a los babalawos y ellos le rezaron a ifá y también realizaron los sacrificios a ifá. Luego Apalá les ofreció de comer y de beber. Ellos cumplieron con todo lo que ifá pidió que se realizara, el resultado fue que Apalá recibió mucho más de lo que él le había pedido a ifá. Lo primero que hizo fue festejar dándole gracias a sus babalawos, sus babalawos a ifá e ifá a Olódúmáré.
Ifá dice, además, que esta persona tiene que respetar a los babalawos y tiene que invitarlos a comer y beber (ko babalawo lenu jo) de vez en cuando para que siempre tenga prosperidad.
Ifá dice que la persona tiene que venerar a su ifá con ciertos elementos (que aquí no se puede especificar) y opolopo oti. Además, él debe de juntar a los babalawos y ofrecerles de comer. Ifá dice que la persona va a crecer.
COLECCIONES DE IFÁ OSHENIWO
El anterior Ese Ifá explica, claramente, que para Òrúnmìlà no son tan importantes los animales ni los sacrificios que se le ofrezcan sino el hecho de que, para hacer los sacrificios, los babalawos cuenten con sus hermanos para ofrecer dichos sacrificios a ifá.
Òrúnmìlà explica claramente que si un babalawo es capaz de realizar él mismo sus sacrificios a las divinidades para no compartir con sus hermanos, esos sacrificios no son aceptados por Òrúnmìlà. Òrúnmìlà no acepta sacrificios cuando se le hacen en solitario, pues realizar un sacrificio no es sinónimo de desparramar sangre para satisfacer a una divinidad. Las divinidades buscan más que eso y entre las tantas cosas que conforman un sacrificio está el contentar el Orí de nuestros hermanos ofreciéndoles de comer, de beber y pagándoles por sus trabajos.
El no invitar a otros hermanos de ifá para quedarse con más ganancias materiales, nos aleja de ifá y hace que Òrúnmìlà no permita que los sacrificios sean aceptados, pues como lo explica el Ese Ifá anterior, Òrúnmìlà necesita el apoyo de otros babalawos para aceptar los sacrificios, pues ifá es la unión de muchos ikines para poder funcionar y de la misma forma requiere de la unión de varios babalawos para aceptar cualquier sacrificio.
Si esto es así al ofrecer un sacrificio, con mucha más razón cuando se realizan consagraciones de plantes de owofakan o ikofafun (isefá). Es importante la presencia de al menos tres babalawos. Los sacerdotes de ifá que buscan una excusa para no hacer esto, saben que están incurriendo en un error garrafal y que Òrúnmìlà no está de acuerdo con ese ritual, pero además, están apoyando a quienes sin tener ninguna consagración de ifá, actúan de igual forma para no ser descubiertos.
Por lo tanto, pedimos a todos los sacerdotes de ifá que cuando tengan que realizar cualquier consagración, cuenten con el apoyo y la ayuda de otros babalawos para esas consagraciones. De esta forma va a ser obvio que quienes hagan este tipo de rituales en solitario sólo serán los profanos que actualmente, sin ningún tipo de consagración, se ponen a estafar a escondidas para no ser descubiertos.
Ningún sacerdote serio, conociendo estos principios, debe de realizar este tipo de rituales en solitario y quienes lo hagan, están dejando aflorar sus verdaderos objetivos y está claro que ese objetivo no es el buen mantenimiento de la religión.
Este Ese Ifá enseñará a muchos la forma correcta y adecuada de llevar la religión. Habrá lectores, quizá muchos, que a pesar de haber realizado grandes sacrificios no ven los resultados deseados. En este documento tienen la respuesta.
De nada vale la cantidad de sangre que se sacrifique, lo que importa es que el sacrificio se haga con el apoyo de otros hermanos de ifá.
Leonel Osheniwo