No eres más porque te adulen, no eres más porque te alaben, tampoco eres menos porque te critiquen, eres lo que son tus pensamientos, eres lo que haces y piensas cuando crees que nadie te mira, cuando crees que nadie te escucha; cuando crees que nadie se entera, lo que eres delante de Dios, lo que eres delante de las divinidades, simplemente eso eres y nada más.