Luna de Sangre…
Luna de Sangre…
Miami 24 de Septiembre de 2015
Avanzamos en el tiempo, el ser humano evoluciona, la mayoría cada vez se distancia más de sus orígenes, manteniéndose a un margen significativo de los roces con la naturaleza, con la verdadera creación de Olódúmáré -Dios-. Se omite el respeto y consideración que debe de tenérsele a las creaciones que realmente tienen inimaginables energías, que son naturales y sobrenaturales, que van mucho más allá del poder de un alma humana, esas que cuando quieren o lo ven pertinente, los hombres no pueden dominar.
Aun se preservan en muchas razas y creencias nativas la adoración y respeto a los Imole, como el Sol -Olorun-, la Tierra -Aiye- o la Luna – Oṣupa-, entre otros. Los indígenas y aborígenes de las antiguas etnias y culturas no estaban nada errados y mucho menos atrasados cuando respetaban y tenían una fe enorme a estos elementos del universo, que cuando lo desean, sin control alguno de los humanos, pueden beneficiar a todos los seres vivos o pueden simplemente destruirlos.
Aunque muchos apoyan su fe en una imagen humanizada de los Òrìsàs, mas allá de un alma humana con basta luz y elevación, están los elementos de Olódúmáré, como Olorun -el Sol- quien es el rey en Orún -cielo-, asociada su energía a la divinidad Sango, también Oṣupa -La Luna- quien ejerce gran control en el planeta tierra y sus seres vivos, incluyéndonos a los humanos.
La creencia Yoruba a pesar de la evolución e involución a la cual a sido sometida por el tiempo y espacio, sigue rindiendo tributo y respeto a los elementos naturales, muchos de los que estudian a profundidad esta ‘religión’ saben que es una gran ignorancia el subestimar las poderosas creaciones de Olódúmáré, esas que cumplen una gran labor desde el espacio, esas que sin fe o con fe siempre nos van a demostrar su energía, la cual es vital.
Ìbà Oṣupa…
Oṣupa -la Luna- dirige las mareas en la Tierra con su fuerza de gravedad. La Luna tira de los océanos hacia ella y hace que la Tierra se abulte ligeramente: este abultamiento crea las mareas.
Pero las mareas que tenemos se deben a que la Luna está donde está. Si estuviera más cerca, la fuerza sería mayor: las mareas bajas serían más bajas, las altas harían desaparecer las ciudades costeras.
Muchos animales se vuelven más activos, sonoros y fértiles cuando brilla la luna llena. Los corales tropicales, por ejemplo, sincronizan su ciclo reproductivo y una noche de luna llena desovan todos a la vez.
Cuando la Luna se aleje, el eje terrestre se desestabilizará y comenzará a oscilar, tanto que los polos podrían bajar hasta el Ecuador y el Ecuador ocupar la posición de los polos. Eso volvería el planeta inhabitable, por eso, dicen los científicos, la Luna es un elemento fundamental para mantener la vida en la Tierra.
Ya conociendo algunos súper poderes de la Luna, vamos a hacer mención del eclipse que se mostrara entre las noches del 27 y 28 de Septiembre, donde la luna a nuestra vista mostrara un color rojo y por eso es llamada ‘Luna de Sangre’ o ‘Luna Roja’.
Mucho se habla del fin del mundo, de eventos catastróficos, de tragedias inevitables, en el pasado el comienzo de un siglo hizo que extremistas y fanáticos de creencias modernas derivadas del judaísmo predijeran falsamente el fin del mundo, de la misma manera esperaban el Armagedón.
Esta Luna de Sangre que podremos observar tendrá una característica importante, será la única luna de sangre que se verá en Israel, según los historiadores cada vez que la luna ha sido denominada ‘Luna de Sangre’ algo le ha sucedido a Israel.
Esta vez coincide con el Shemitah Judío, que es el año sabático, la conclusión del ciclo de siete años. El año sabático -este 2015- para los judíos dice literalmente que deben descansar de cultivar en la tierra -parar de trabajar- y dedicarse a buscar la espiritualidad. Este aspecto de la Shemitah se conoce como shmitat karka, «abandono de la tierra.» ¿Y si dirás, «qué comeremos en el séptimo año? ¡No sembraras, y no recolectaras tu producto! «– Levítico 25:20. Mas, los que pongan su destino en las manos de Dios serán ricamente recompensados…
Según varias profecías antiguas estamos ante la apertura del sexto sello:
Apocalipsis 6:12-14
12 Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;
13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
Se habla de una gran tragedia natural, la caída de asteroides junto con otras arremetidas cósmicas sobre el planeta. No podemos subestimar las fuerza natural, no podemos predecir una fecha exacta para que fenómenos de esta magnitud impacten nuestro planeta, todo es posible en este plano terrenal.
Ya se han abierto los anteriores sellos, no es necesario creer o seguir alguna religión para ver esta realidad, las muertes por pandemias, por armas entre los mismos hombres, la hambruna, la injusticia es tangible y vista por todos.
El gran desastre que hemos creado los seres humanos en nuestro propio hogar, Aiye -la Tierra-, es evidente, y más evidentes son los actos de maldad que hemos sido capaces de utilizar contra la creación divina, contra nuestra misma especie y otras que tenían y tienen los mismos derechos de vivir como nosotros los tenemos.
El sufrimiento lo ha segregado el mismo ser humano en el planeta, la maldad se ha adueñado de muchas almas que no han sido lo suficientemente fuertes para nivelar la fatídica y dantesca energía negativa que ha dominado.
Este sexto sello, esta cuarta luna de Sangre, más que darnos miedo, nos anuncia una nueva era, muchos hablan de un orden mundial, nosotros solo esperamos se genere más conciencia en la humanidad, pensemos mas en hacer el bien, en construir y no en destruir.
El peor asteroide que ha caído en el planeta es nuestra maldad, desde los pensamientos y palabras hasta nuestras maliciosas acciones. Por el bien de la humanidad, por el bien del planeta, por el bien de nosotros mismos, seamos mejores seres, comencemos por nuestros pensamientos…
por Rafael Molina Oluwo Ifasemu para Fraternidad Ifá de las Américas.
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