Solo aquellos que quieren que sus almas crezcan leerán, y verán la importancia de esta despedida, no hace falta un like, entre menos like hallan, mas razón tenía esta señora en sus sabios escritos…
«La Gente Olvidará Lo Que Dijiste y Lo Que Hiciste… Pero Nunca Cómo Los Hiciste Sentir.»
Millones de seres humanos agradecen la estadia en la tierra de Maya Angelou, mujer afroamericana que vino a confrontar duras pruebas en este plano terrenal, pero que a los que nos fascina enriquecer nuestro intelecto, a los que nos motiva a no rendir nuestras almas al conocer historias de vida como la de ella,nos duele, a pesar de nunca haver estrechado su mano, pero adentrarnos en su alma a travez de sus textos,su desaparición física.
Para aquellos hispanos que no conocieron de ella:
Biografía tomada de Wikipedia:
Marguerite Ann Johnson nació en 1928 en Saint Louis, Misuri y creció en Arkansas. Su madre ejerció el trabajo de prostituta durante una etapa pero más tarde lo dejó. A los 8 años Maya fue violada por el entonces novio de su madre y su agresor fue golpeado hasta la muerte. Estos sucesos constituyeron un acto traumático que provocó a Maya un mutismo patológico. Esta etapa de su vida es relatada en su novela autobiográfica: I know why the caged bird sings (Sé por qué el pájaro enjaulado canta), publicada en 1970. En ella, relata su infancia al lado de su abuela puritana, la relación complicada con su madre y su embarazo siendo una adolescente soltera de 16 años. En plena situación de mudez descubre la vocación por el idioma. Permanece muda durante cinco años hasta que una profesora consigue que vuelva a hablar, tras convencerla de que solo podría apreciar las letras si es capaz de hablar nuevamente.
Su primera novela, Gather together in my name, continúa su autobiografía. En ella describe las dificultades de una madre soltera, inestable en sus empleos y en sus relaciones amorosas. Vendería más de un millón de ejemplares por todo el mundo, e inspiraría una versión cinematográfica.
En 1940, Angelou se marcha a vivir con su madre a San Francisco. A finales de los años cincuenta ―como describe en The heart of a woman (El corazón de una mujer)― logra una carrera de éxito como cantante, bailarina, actriz, directora de revistas, activista de los derechos civiles, poeta y novelista. En casi todas sus obras denuncia el racismo, y exalta el valor, la perseverancia, la supervivencia y la propia estimación. Le fueron otorgados numerosos premios y títulos honoríficos. En 1993 leyó su poema On the Pulse of Morning (En el curso de la mañana) en la toma de posesión del presidente Bill Clinton.
En los años sesenta, Angelou mantiene un romance con el libertador sudafricano Vusumzi Make, con quien vivió en Egipto y publicó la revista semanal The Arab Observer.Martin Luther King la invita a participar en la Southern Christian Leadership Conference (Conferencia Sureña del Liderazgo Cristiano).
B. B. King, Quincy Jones y Ben Harper, entre otros, han musicalizado sus textos.
Fue postulada a los premios Grammy en la categoría de libros grabados, al premio Tony por su trabajo en Broadway Look away y a un Emmy por la miniserie Raíces. Era autora del guion y música del filme Georgia, Georgia.
En mayo de 2014, Maya Angelou tuvo que cancelar varias de sus apariciones públicas, debido a un malestar físico. La mañana del 28 de mayo de 2014 fue encontrada muerta por su cuidadora.
Cuando ley esto, supe que mis conclusiones no han estado muy lejos:
UNA OSADA Y DESLUMBRANTE VERDAD:
Nosotros, esta gente en un pequeño y solitario planeta.
Viajando a través de un espacio causal.
Más allá de las distantes estrellas, cruzando el camino de soles indiferentes
hacia un destino donde todas las señales nos dicen: Es posible e imperativo que descubramos una sorprendente e intrépida verdad.
Y cuando lleguemos a esto.
Al día de hacer la paz.
Cuando liberemos nuestros dedos.
Desde los puños de la hostilidad,
y permitamos al aire refrescar nuestras palmas.
Cuando las cortinas caigan en el show de odio de Minstrel,
y los rostros apesadumbrados por el desdén queden limpios.
Cuando los campos de batalla y el coliseo,
no arrebaten hijos e hijas únicas,
allá en los ensangrentados y maltratados pastos
para mentir en planes idénticos en tierras extranjeras.
Cuando los banderines ondeen con alegría.
Cuando las pancartas del mundo tiemblen
con fuerza, en la buena y limpia brisa.
Cuando lleguemos a esto.
Cuando dejemos caer los rifles de nuestros hombres,
y las niñas vistan sus muñecas con banderas de tregua,
y las minas de la muerte hayan sido removidas,
y los ancianos puedan caminar en tardes de paz.
Cuando el ritual religioso no es perfumado por el incienso de la carne quemada,
y los sueños de los niños no son maltratados con el despertar de pesadillas de abuso.
Cuando lleguemos a esto.
Entonces confesaremos que ni las Pirámides,
con sus piedras dispuestas con extraña perfección.
Ni los Jardines de Babilonia
colgando como belleza eternal
en nuestra memoria colectiva.
Ni el Gran Cañón
encendido con colores maravillosos
por los amaneceres de occidente.
Ni el Danubio fluyendo en su alma azulada dentro de Europa.
Ni el sagrado volcán del Monte Fuji
estrechándose hacia el sol naciente.
Ni el padre Amazonas ni la madre Mississipi, quienes, sin un favor,
nutren todas las criaturas de las profundidades y de las costas.
Estas no son las únicas maravillas del mundo
Cuando lleguemos a esto.
Nosotros, esta gente, en este minúsculo e inhospitalario globo,
que buscamos a diario la bomba, la espada, la daga,
y aún pedimos bajo la oscuridad por la paz.
Nosotros, esta gente en este foso de materia
en cuyas bocas permanecen palabras ariscas
que retan nuestra existencia.
Aún fuera de esas mismas bocas,
pueden emitir canciones de tan exquisita dulzura,
que el corazón titubea en su labor
y el cuerpo se aquieta en asombro.
Nosotros, esta gente, en este pequeño y cambiante planeta,
cuyas manos pueden golpear con semejante abandono,
que en un abrir y cerrar de ojos, la vida es drenada del vivo
y aún esas mismas manos pueden tocar con semejante ternura y poder curativo
que el cuello arrogante se siente feliz de hacer una reverencia
y la orgullosa espalda se regocija en agacharse.
Fuera de todo ese caos, de tal contradicción,
aprendemos que no somos demonios ni divinos
Cuando lleguemos a esto.
Nosotros, esta gente, en este incorregible e inestable cuerpo
creado en esta Tierra, de esta Tierra,
tenemos el poder de rehacer/ajustar esta Tierra.
Un clima donde cada hombre y cada mujer
puedan vivir libremente sin devoción santurrona
y sin miedo paralizante.
Cuando lleguemos a esto.
Debemos confesar que es posible para nosotros,
que somos milagrosos, la verdadera maravilla del mundo.
Eso será cuando y sólo cuando
nosotros lleguemos a eso.