La Presencia de Jerarquía es una Garantía
Miami 13 de Noviembre de 2013
El tiempo de iniciación en el sacerdocio de Ifá, de Oosa o de cualquier otra creencia no lo toman como de valor e importancia los legítimos religiosos por mero gusto, tampoco por vincular nuestra creencia a la sumisión de menores a mayores; se toma como algo muy importante porque el que tiene más tiempo de iniciación, sí dedico parte de su vida a estudiar su creencia, sumando a esto su experiencia, no solo en la práctica de Ifá o de Oosa, sino, también en su vida, debería de ser una persona lo suficientemente capaz de orientar de manera correcta a otro ser de menor experiencia que el. Sumando a esto que un religioso con años de experiencia ha vivido las advertencias que le han manifestado a través de los oráculos, las ha confrontando, perdiéndolas, ganándolas, no solo con Ebó -sacrificio- como ofrenda, también con su conducta, la cual positiva o negativamente le ha dejado un aprendizaje, para interpretar no solo la palabra de Ifá o de otros Orisas, también usar el sentido común, la inteligencia, y todo lo que da la madurez de la vida al vivirla como sacerdote y como ser humano.
Hablando de ceremoniales, es muy importante dentro de ellos, y principalmente en los ‘itá’, sea de Oosa o sea de Ifá, debemos de contar con la presencia de mayores conocedores y con experiencia, porque esta es una de las partes más importantes de una ceremonia, el resultado de todo el trabajo, el mensaje del Orisa, y descifrarlo correctamente y de una manera profunda es de valiosa garantía lo hagan los sacerdotes mayores, pero mayores preparados, estudiosos, ya que lamentablemente hemos visto algunos mayores que han creado excepciones con actuaciones pobres.
De igual forma, no dejan de ser importantes las supervisiones de los mayores o sus direcciones en los ceremoniales de envergadura, en iniciaciones o consagraciones trascendentales. La experiencia vale más que 1000 libros de teoría, la experiencia en Ifá se conjuga, se fusiona con la experiencia de la vida, porque esa vida que vivimos es la representación en la tierra del Odu con el cual nos vieron desde el cielo, o ya teníamos asignado desde el cielo, ese Odu -signo- con el cual nacemos los sacerdotes de Ifá.
La jerarquía en Ifá se respeta, siempre y cuando tengamos mayores que inspiren respeto, de hecho el mayor que inspira respeto es aquel que trata con el mismo respeto a los menores o de menos jerarquía, ya por allí comienza lo que llamamos humildad, de esa que tanto se habla pero pocos practican. En los últimos años la decadencia de nuestra creencia Oosa Ifá hemos visto como los mayores han sido desplazados en algunos lugares, y vemos como dirigen ceremonias trascendentales jóvenes en tiempo de consagración, los cuales quizás muchos sepan al caletre los tratados públicos que están en internet o quizás hasta los lean, pero nunca podrán comprender a Ifá, ni mucho menos explicar el por qué de muchas de las cosas que ellos mismos hacen, sin mencionar las que se omiten por su inexperiencia, y por qué no están escritas en muchos manuscritos o tratados.
Este es uno de los puntos neurálgicos del deterioro y desgaste de nuestra creencia Ifa Orisa en algunos países y ciudades, donde gente inexperta, gente sin el verdadero conocimiento, muchos con buena intención, otros con intenciones no tan buenas, son los que dirigen y guían la vida de personas que por ignorancia, con una fe ciega, son manipulados y llevados de la mano de gente que quizás es menos brillante y mas inexperta en la vida que ellos mismos.
Padrino puede ser cualquiera, que ya haya pasado su año de Iyawo y que sea un sacerdote de Ifá con cuchillo, ahora, un guía, un orientador, un maestro, no es precisamente un joven padrino. La sabiduría se cultiva, con la experiencia, el aprendizaje y los años de vida.
Siempre aconsejamos a los Olorisas cercanos, de la misma forma, a los hermanos Bàbáláwos, jóvenes, que cuenten en sus ceremonias con mayores, bien para su dirección o supervisión, la experiencia no tiene precio, y solo un ser humano maduro, con conocimiento de la vida, y lo básico de la Oosa o de Ifá, sabe que la vida y el destino de un neófito no tiene precio, y que debe ser tratado con la suma importancia y delicadeza para que pueda vivir un destino brillante en su paso por la tierra.
Pasan muchos años para llegar a conocer y comprender lo básico de la Oosa e Ifá, para no generalizar y no pecar de exagerado, son muy pocos los Olorisas y Bàbáláwos que históricamente han dejado este plano terrenal dejando de ser ‘sabios estudiantes de Oosa e Ifá’ y vemos como sacerdotes que no han hecho ni los Ebó de sus Itá, no saben el por qué de lo que hacen, no tienen unas vidas ejemplares, con escasos años de iniciados, están dirigiendo y haciendo consagraciones.
«El que todavía no ha iluminado el camino de su destino, no puedo alumbrarle el camino a los demás, todo se torna en una emocionante fantasía, hasta allí, no más…».
por Rafael Molina Oluwo Ifasemu para Fraternidad Ifá de las Américas.