Facultades Espirituales
Miami 23 de Julio de 2014
por Rafael Molina Oluwo Ifasemu
Abriéndonos un poco de temas directos a Ifá o a la Oosa, más acostumbrados a leer en foros como el de nosotros, temas asociados directamente a nuestra creencia, no podemos pasar por alto aristas que están dentro de Ifá, pero quizás en otras terminologías. Principalmente en el Ifá y la Regla de Oosa de la diáspora, como son las facultades espirituales.
Las facultades espirituales podríamos compararlas con las premoniciones, que son la capacidad de las personas de percibir con antelación los acontecimientos o sucesos que pueden suceder en su vida o en la vida de seres allegados a el mismo, estas facultades espirituales son innatas en los seres humanos, todos poseemos una gracia divina cedida por Olódúmáré, la cual muchos desarrollan y afinan dándole un uso preciso. También se suma a esto, poseer la facultad de tener una comunicación estrecha con los espíritus de los antepasados, también llamados «guías protectores» propios de cada persona, o simplemente cualquier espíritu que quiera dar un mensaje de manera de advertencia, alerta o simplemente la necesidad de expresar algo.
Somos un alma adentro de un cuerpo, y no un cuerpo con un alma adentro, allí la diferencia es evidente, al ser nosotros alma, sabemos que nuestro ciclo no termina cuando caduque nuestro cuerpo humano, nuestro camino continua, por lo tanto, nuestra alma es una divinidad que tiene un poder místico y energético que aunque muchos ignoren, por su aferración a la vida terrenal, a lo material y físico, tenemos una capacitación paranormal que seguramente se funde en el código de nuestro destino que posee nuestro Ori.
La llamada facultad espiritual de cada ser humano, que podría ser también llamada Precognición o Premonición para los mas letrados, no es más que la facilidad o el desarrollo que tiene nuestra alma para tener contacto con seres de otra dimensión mas elevada a la nuestra, una dimensión donde las almas desencarnadas podrían estar antes de seguir el camino celestial que les corresponde, bien sea por seguir cumpliendo misiones en la tierra o en los casos de almas de poca luz, llamadas también espíritus oscuros, por haber tenido una vida terrenal negativa o por haber concluido su fase terrenal de manera adversa, también hay las almas que se aferran a la dimensión física y terrenal, sin aceptar o entender que deben de seguir un camino.
Este tema tiene una serie de aristas y variantes que es casi imposible que podamos explicar con el 100% de objetividad, debido al toque celestial que solo conoce Olódúmáré y Orunmila en nuestro código de destino que posee cada uno de nuestros Ori.
Las facultades espirituales, o premoniciones, que puede desarrollar una persona pueden ser catalogadas por:
– Visiones o imágenes: Pueden llegar en forma de visiones o imágenes mentales, a veces con sonido y color, pero generalmente en blanco y negro; es decir, premoniciones que surgen en el dotado al percibir energía psíquica, ya sea por contacto con objetos y personas cargadas de esa energía, presente en todo, o por el solo hecho de percibirla en vestigios psíquicos esparcidos en el aire.
– Sonidos: Pueden llegar en forma de gritos en caso de alguien agonizando, por ejemplo. Pero solo se presenta en casos de reciente ocurrencia, o sea, que uno tiene esta experiencia, y en instantes, puede ocurrir.
– Sensaciones: Suelen ocurrir por medio de presentimientos o intuiciones, de manera espontánea, sin poder el individuo tener razón para manipularla.
Hay varios Odu Ifá, donde Orunmila advierte que la persona tiene amplias facultades espirituales, y para poder tener su entorno terrenal y espiritual equilibrado debe de canalizar esta facultad, y desarrollar este potencial de manera saludable espiritualmente. De la misma forma hay Odu Ifá que indican a la persona como tabú el desarrollo o acercamiento a las otras dimensiones mientras cumple con su vida terrenal, esto varia, según el destino de cada ser humano.
Uno de los casos recientes, el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, un Boeing 777, con 298 persona a bordo, que cubría la ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur, uno de sus pasajeros, Miguel Panduwinata de 11 años, a pesar de su corta edad, demostró un interés sobre los factores de la muerte días antes de tomar el trágico vuelo.
Su madre, Samira Calehr, relato que días antes de que llegara el día en que Miguel viajara en compañía de su hermano mayor Shaka, el estaba acelerado y nervioso, y le pedía mucho a su mama que lo abrazara, le decía que la amaba y quería mucho, pero a la vez le hacia una serie de preguntas poco usuales de un niño de esa edad, y que nunca el pequeño Miguel había indagado ante su madre… la muerte, que pasaría después de ella.
La noche previa a su viaje, Miguel se negaba a dejar de abrazar a su madre.
La mama dejo a los niños en aeropuerto, ellos se despidieron de su madre y se encaminaron a la aduana pero Miguel volvió sobre sus pasos y abrazó a su madre. “Mamá, te voy a extrañar”, dijo. “¿Qué pasaría si el avión se estrellara?”.
¿Por qué habrá dicho eso?, se preguntó ella.
“No digas eso”, le respondió abrazándolo. “Todo estará bien”.
Shaka trató de tranquilizar a ambos. “Yo lo cuidaré”, le dijo a su madre. “Es mi bebé”.
Vio a los dos niños alejarse pero Miguel seguía volteando hacia atrás, donde estaba su madre, con mirada triste.
Luego los dos se perdieron de vista.
El vuelo 17 despegó alrededor de las 12.15 pm en un vuelo que debía durar 11 horas y 45 minutos.Sólo duró dos.
El teléfono sonó. Era su amiga Aan. “¿Dónde estás?”, gritó su amiga. “El avión se estrelló”. Apenas pudo llegar a su casa, donde se desmayó.
El pequeño Miguel inconscientemente y sin tener el y su familia una orientación sobre el tema de las facultades espirituales, sin haber tenido la oportunidad de conocer que hacer para que su destino en la tierra no hubiera terminado precozmente, ya estaba advertido de que ese viaje seria el viaje final en la tierra para continuar el que no conocía y tanta curiosidad y temor le despertaba, o que simplemente olvido antes de su nacimiento.
Con este articulo queremos recordar la importancia de las llamadas premoniciones, el desarrollo y canalización de las facultades espirituales que todos poseemos, pero que por nuestro apego a este mundo terrenal olvidamos su existencia.
Esperamos que Miguel, Shaka, y el resto de las almas que partieron en el vuelo MH17 continúen su camino hacia la luz, le enviamos deseos de resignación a sus dolidos familiares y seres queridos.
por Rafael Molina Oluwo Ifasemu para Fraternidad Ifá de las Américas.