Muchas personas nos escriben en privado haciéndonos preguntas, la más común es como atender a Èsù o a Élegba (Elegbara, Élegua…etc).
Lo más preocupante de todo no es la duda, lo más preocupante es la irresponsabilidad de los mayores, sean Bàbáláwos (consagran Èsù) o sean Òlorìsàs (consagran Élegba) de no dar la información básica de cómo hacerle las atenciones a esta importante deidad.
Aprovechamos la ocasión para aclarar algunas cosas, Élegba o Èsù no es un coco, a pesar de que el coco es uno de los Adimu –alimento- que le colocamos a esta deidad, y a la vez se utiliza en Occidente y en algunos lugares de África como instrumento de adivinación, su nombre real Ogbi Agbon. Esto lo aclaramos porque hay personas que dicen ser espiritistas o brujos y algunas de ellas entregan un coco diciendo que eso es un “Élegua Espiritual”. Es de saber que Èsù está representado en todas las Okúta –piedras- sagradas de todos los fundamentos Òrìsàs, sea el Òrìsà que sea, es Èsù quien lleva el mensaje, el sacrificio, todas las imploraciones y atenciones al Òrìsà especifico desde el fundamento sacro que tengamos denominado e identificado como cualquier otra deidad, sea Sango, Yemoja, Oshún, Obatalá, Òrìsà Ibeji, Olókun, etc. siempre es Èsù quien está allí presente. Esto bien explicado en las escrituras de Ifá, por lo tanto no podemos decir que un coco o una semilla es Èsù. No le podemos quitar la importancia y relevancia al coco, su nombre lo dice, representa la sabiduría, agbón, a pesar de que hayan fabulas que nos digan que Élegba fue transformado en coco, debemos de usar el sentido común, y la compresión real de nuestras escrituras y estar bien claros que un coco no guarda dentro de sí la deidad de Èsù, un coco es una semilla del reino vegetal, que perteneció a un árbol, hay árboles, plantas y hiervas que por sus características biológicas se adosan a una deidad Òrìsà, mas no quiere decir que sean un Òrìsà.
Los Bàbáláwos honestos estamos claros de que no nos corresponde a nosotros hacer mizas espirituales, coronaciones espirituales, ser médium, leer cartas, etc.… por lo tanto a un espiritista o brujo no le corresponde jugar con nuestra religión, engañando a nombre de las deidades que veneramos, colocando collares “y que” de Òrìsàs, que no tienen ningún ceremonial de consagración correcto, entregando cocos llamados “Élegua espiritual”, etc.…
Otra cosa es recordar que los Òlorìsàs consagran a Élegba -Èsù Odara- que es solo el Okúta –piedra- sin ningún tipo de carga, esto porque Èsù Odara es una energía universal, y si bien parece sencillo que solo sea una piedra, es súper complejo y posee un poder grandioso. El que no posea carga, secretos biológicos para su confección, no significa que no sea poderoso. Los Bàbáláwos consagran Èsù con cargas secretas tomadas de Aiye, la madre tierra, esto porque el sacerdote de Ifá tiene varios pactos secretos con Aiye, estas ceremonias no son de conocimiento público, pero dan al Bàbáláwo la potestad de tomar los elementos y recursos de los reinos de la tierra para la confección y consagración de fundamentos Òrìsàs, entre estos Èsù, los cuales se preparan según los Odù de cada persona y según lo que indique las necesidades del Ori de cada persona. Con esto queremos decir que es tan importante Élegba –Èsù Odara- que consagran los Òlorìsàs y los distintos Èsù que se confeccionan según cada Odù y cada exigencia de Ori que consagramos los Bàbáláwos.
Es necesario que muchas personas estén alertas cuando vean figuras de Élegba o Èsù que son hechas en serie, ósea, son hechas a molde. Estas son normalmente compradas en tiendas llamadas botánicas, y son hechas con cemento, nosotros las llamamos “masas”, ya que solo es una figura de cemento con unos caracoles que le adornan. Estas figuras no tienen ninguna energía dentro de sí, no son Èsù ni Élegba. Hay Bàbáláwos que acostumbran a comprar estas “masas” para luego incluirle la carga secreta y el Okúta que corresponde, luego pasarlo por la ceremonia de depuración y consagración; sin embargo hay mucha gente que NO SON BABALAWOS Y TAMPOCO OLORISAS LEGITIMOS que compran estas “masas” y así mismo como la compran, cemento y caracoles así la entregan como si fuera algo sacro. Pendientes muchas personas que tengan Élegba o Èsù de cemento, que no son nada, o que les vallan a entregar este tipo figuras, repetimos, fáciles de identificar por ser figuras hechas en serie y no a mano. Èsù no lleva pintura, la pintura es un elemento químico que no tiene que ver con los secretos biológicos que debe de llevar Èsù, esto porque hoy en día se ve como pintan las “masas” de cemento negro, rojo y hasta dorado, esto nada tiene que ver con la consagración legítima de un Èsù o un Élegba, que solo llevan elementos de la naturaleza. Esto no es más que estética comercial sensacionalista.
Hay algunos que dicen ser Bàbáláwos y Òlorìsàs que cuando entregan Òrìsàs Guerreros, entre estos Élegba, dan autorización a un Alejo (mención que se le da a un iniciado que no es sacerdote) a hacerle sacrificios de animales a estas divinidades. Es un error esto, ya que un Alejo no tiene las ceremonias pertinentes que le quitan la responsabilidad de quitarle la vida a un animal, tampoco la potestad de hacer encantamientos y rezos para llegar a las divinidades, con este sacrilegio solo se consigue el atraso de los no iniciados, quienes transgreden leyes sacras que están basadas en el significado de cada ceremonial que cumple un sacerdote para su consagración.
Otros cuenteros mas, los que al entregar los Òrìsàs guerreros (Èsù, Ogún Ososi y Osun) tienen la osadía de decirle al Alejo que los recibe que puede consultar con cocos, secos –conchas- o frescos, a los respectivos Òrìsàs, cuando se sabe que el único que tiene interacción con los Òrìsàs a través de los oráculos son los sacerdotes, ya que estos han pasado por ceremonias que les permiten hacer la comunicación, activando las energías con rezos específicos para cada paso del uso de los oráculos. Es una gran mentira creer que por ser Omo Èsù, Omo Ososi u Omo Ogún –llamados hijos de estos Òrìsàs- no siendo sacerdote, halla una potestad o poder especial para hacer esto, que no es más que un sacrilegio.
Con esto queremos hacer la aclaratoria, ya que hay muchos inventores (personas que lo hacen quizás con buena fe, pero con desconocimiento) que deben de respetar nuestra religión y sus lineamientos, que solo hacen daño a los inocentes que buscan ayuda en sus templos y hogares. Como siempre decimos, como lo dice Ifá, el que engaña a otra persona está siendo víctima de su propia maldad, ya que es su propio destino el mismo que esta torciendo.
Las atenciones a Élegba deben ser frecuentes, a pesar de que la semana comienza el día Domingo, muchos acostumbran el día lunes de hacer una atención especial a este Òrìsà, esto por ser el comienzo de la semana laboral y social para muchas personas. En África se acostumbra a realizar una atención invariable por el Òrun Ifá, quinto día del calendario Yoruba, donde se hace atención a Ifá, incluyendo a Èsù.
En realidad a Èsù se le deben hacer atenciones frecuentes, esto por su gran importancia en la intersección de los seres humanos y el resto de las divinidades, sean positivas o negativas, benignas o malignas, es Èsù quien al estar conforme con las atenciones que le hacemos nos evita los obstáculos causados por las entidades malignas que se nos puedan presentar; de allí la importancia de siempre mantener de nuestro lado a Élegba.
Èsù es una deidad tan amplia y grande que se puede alimentar de todo, a pesar de que históricamente hay ciertos Ewo –tabúes- que se deben evitar, y esto es de conocimiento de los sacerdotes, el no alimentarlo con Etu –gallina de Guinea- y en algunos casos tampoco Eiyele –paloma-, sin embargo hay Èsù que se alimentan de esta ave. En África, según la creencia, ya que Èsù está no solo en Ifá y en la Oosa, también esta en casi todas las religiones africanas, se le sacrifica de todo cuanto es conseguido y consultado a el.
La atención rutinaria a Èsù es con Epó –aceite de palma africana- en abundancia y licor, acostumbramos a usar Ron, Agua Ardiente o Ginebra, sin embargo cualquier bebida alcohólica es aceptada por Èsù, aunque muchos no tengan la costumbre de hacerlo. Se usa el Maíz, tostado o fresco –Abagdo-, Miel de Abejas –oyin-, igual que el pescado –eya- ahumado o fresco y el roedor grande –ekú-, ahumado o fresco también, siendo todos estos elementos representantes de la abundancia. También se le ofrece alimentos cocinados hechos en casa, dulces, y cualquier comida que nos sea grata, que si es buena para nosotros, también lo será para Èsù.
Los animales que se le sacrifican a Èsù o no se le deben sacrificar, son de conocimiento de cada sacerdote, por lo tanto en esta nota queremos llegar más a todos los Alejos que están desorientados, que a aquellos consagrados que ya saben diferenciar lo bueno de lo malo.
Acostumbramos a encender velas, muchas personas critican esta parte, al querer comparar nuestra tradición con la que practican algunos africanos, sin embargo en África se usa para la atención a los Òrìsàs las lámparas con aceite de Palma, que funciona como combustible. Sin embargo nosotros aquí disponemos de las velas, que son mas practicas. Usamos las lámparas de Epó, como por ejemplo lo señala el Odù Otura Niko, pero acostumbramos a usar velas. ¿Por qué alumbrar a Èsù?, porque bajo el mando de Èsù hay muchas deidades oscuras, y muchas veces es prudente dar luz a esa dimensión desde la cual podemos ser perjudicados. Que no lo hagan en algunos lugares, que no sea una costumbre para algunos, queda a criterio de cada quien hacerlo.
Esperamos esta nota, la cual es una explicación y aclaratoria básica, sirva a todas aquellas personas que necesitan hacer una atención correcta a Élegba y a la vez diferenciar lo bueno y lo malo que muchos hacen en nombre de esta importante deidad.
Rafael Molina Oluwo Omo Odù Ifasemu
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