«El monarca Yoruba que cambio en la actualidad a los Orisas por la Biblia»
El discurso de la pérdida de las tradiciones tanto en occidente como en áfrica ya es un tema recurrente entre los que luchamos por preservar el legado de nuestros antepasados. Pero ¿cómo no repetir este tema hasta el cansancio cuando día a día se pierden elementos importantes dentro de nuestro sistema de creencias? Hablamos de estafas, de inventos, de trastornos y corrupción de nuestros ritos, rezos y teología. Pero esto no es todo. Perdemos en nuestro horizonte quizás una de las enfermedades más terribles para nuestra religión, la intervención de culturas ajenas e intolerantes que rebajan el valor de nuestras tradiciones. Pensamos que esto solo sucedió en ciertos periodos de la historia: la intervención cristiana e islámica en Nigeria, el catolicismo impuesto entre los africanos esclavizados. Pero esto no es historia antigua, nos encontramos con un artículo muy actual en el periódico nigeriano de The Nation que narra como hace poco más de un año el Oba Sunday Oladapo Oyediran se convertía al cristianismo transformando así el ritual anual celebrado en el festival de Oje en el estado de Oyo. No se realizaron sacrificios y se abrió a todo público el bosque sagrado, no participaron los sacerdotes que comandaban antiguamente todos estos rituales, y se transformó en una celebración puramente cristiana. Estas áreas de culto eran respetadas por generaciones de personas que no se atrevían a entrar sin una iniciación especial, toda esa mística volada de un guantazo por una nueva inclinación religiosa de su Oba.
El título del artículo no es nada sutil y para nosotros en una advertencia ‘We are tired of worshipping idols’ (estamos cansados de adorar ídolos), así resume el autor del artículo este panorama. Cerrando tenemos la terrible frase: “el tiempo de eso [los rituales y sacrificios] se ha ido, en esta era de jets y computadores. Es tiempo de cambio”.
La pérdida de valores tradicionales caracteriza a varias generaciones actuales que conviven con un nuevo ídolo: el dinero. Obnubilados por nuevas tecnologías nos encontramos cada vez más lejos de lo que verdaderamente nos da de comer, que es la tierra. No podemos comer dinero, no podemos pescar dinero, no podemos sembrar dinero. Y nuestras tierras y mares están siendo destruidos por ese mismo dinero. cuando no haya donde sembrar ¿qué pondremos en nuestros platos? ¿tarjetas de crédito? ¿por qué este “Oba” cree que el culto tradicional va en contra de “las computadoras y los jets”? Ifá es y siempre será actual y tradicional, porque esta vivo, porque es la vida misma. Porque viene de los antepasados y se proyecta más allá del futuro de la propia humanidad. Que decisiones personales, como la del señor Sunday, afecten la práctica de todo un pueblo es inaceptable. Que su decisión de ser cristiano haga violar las leyes sagradas y tradicionales de preservar ciertos sitios vedados es un sacrilegio. Hasta cuándo debemos soportar vejaciones hacia nuestras creencias. La pérdida del culto a nuestros ancestros, el olvido y destrucción de los rituales siempre será símbolo de una cultura en decadencia. Cultura que vemos día a día manifestada en los medios de comunicación o tan solo asomándonos unos minutos por la ventana de nuestro hogar. Que esto nos sirva como lección para atesorar con amor y celo lo heredado. Cuidemos aquello que nos salva y nos hace conscientes de que nuestro entorno esta enfermo. No dejemos que nadie nos quite lo que es nuestro!
Traducción al español de la fuente citada de The Nation
http://
Estamos cansados de adorar ídolos
Cuando Ijeru, una localidad en Ogbomoso, en el estado de Oyo, celebro sus festival anual de Oje, el monarca, Oba Sunday Oladapo Oyediran, no observo ningún ritual tradicional o rito y tampoco él ofreció sacrificio a ninguna deidad. Taiwo Abiodun estaba allí.
Hombres de Dios de diferentes raíces sostenían la Santísima Biblia, y por otra parte y también incluidos, los musulmanes sostenían su sagrado Koran. Los cazadores locales estaban vestidos con sus trajes de cazadores y con sus rifles en el hombro, algunos con pistolas, mientras otros estaban armados con pistolas de doble cañón. Todos estaban vestidos como si fuesen a salir a cazar. Sin embargo, estas personas no salieron de casería sino que fueron a celebrar el festival de Oje. Con un tipo de pólvora de fabricación local empezaron a cargar sus armas, a hacer disparos, a cantar el Ijala (canción de los cazadores) y a bailar con fervor. El sonido de los disparo se escucho en todas partes mientras el cielo se empezaba a cubrir con un humo de color azul que baila en “dirección” al cielo. Era un carnaval. Mientras que los percusionistas de tambores Yoruba exhibían sus habilidades, las bailarinas no se quedaron atrás y también demostrar sus habilidades para el baile. Sin embargo, una cosa estaba faltando: no habían creyentes de la religión tradicional, no habían sacerdotes (Babalawos) con su oráculo de Ifa, no se estaba rezando, no habían rituales o sacrificios, esto era una feria cristiana!
Mientras familiares y amistades vistieron el “Aso ebi” (uniforme) en honra al monarca, mientras oraciones llovieron sobre la ciudad pidiendo por la paz y prosperidad. Los hombres bailaron mientras que las mujeres movían sus caderas, comieron y bebieron – todo en honor a su Rey y para recordar a sus ancestros que vivieron en Oje, cerca de Ijeru, hace varios siglos.
Esta escena es reciente y de hecho se parecía a un recibimiento de un héroe de guerra que hacia su llegada después de terminada la guerra. Habían mas de 5 mil vehículos y visitantes de todo regiones cerca y lejanas. Vestido con un trajo fino de terciopelo, el monarca se dirigía a su gente, visitantes y otros invitados al Igbo Aiwo (Bosque Prohibido). En vez de ser acompañado por los Babalawos, el fue acompañado por clericós de diferentes origines que le ofrecían sus oraciones y buenos deseos, mientras que canciones cristianas eran cantadas. 15 años atrás, la norma era hacer rituales, sacrificios y adorar a las figuras.
Ya no es el Bosque Prohibido.
El “Bosque Prohibido” (Igbo Aiwo) está localizado en Oje, donde las celebraciones tuvieron lugar. Segun el Onpetu, Oba Sunday Oladapo Oyediran, el bosque fue sagrado y ahí era donde se ofrecían los sacrificios a los dioses. Después se le prohibió la entrada a los no iniciados. “Esto fue alguna vez un bosque sagrado donde se hacían rituales y muchos sacrificios. Recuerdo que me dijeron que ningún hombre el descaro de adentrarse en el bosque excepto los monarcas que usualmente ofrecían sacrificios y hacían rituales a los dioses en el santuario del rio Oje. Mi conductor (de memoria impecable) una vez me dijo que los habitantes del pueblo a veces acompañaban al monarca a un lugar especifico donde la mayoría se regresaba excepto algunos pocos, quizás 9 personas, las cuales se adentraban al Igbo Aiwo junto al Rey, donde este con un carnero realizaba sacrificios”
Pero hoy el Rey, que se ha convertido en cristiano, no hace ningún sacrificio animal, ni canta encantamientos u ofrece ningún tipo de sacrificio o rituales. En cambio, el Rey en este día convoca a los guerreros cristianos al lugar para que oren, lean los salmos mientras el monarca observa y da cuenta a las mas de 5,000 personas presentes, que no hay nada que temer, ya que el camino ha sido desmitificado.
Reliquias del Sendero de Oje
El sendero de Oje está lleno de arboles Baobab. Esto es bastante lejos del pueblo principal. El ambiente es tranquilo y hasta se puede escuchar el sonido de los pájaros cuando se paran en las ramas de los arboles. No solo eso, algunos animales fueron observados corriendo como si fuesen perseguidos. Algunas áreas de la tierra son suaves mientras que otras son duras. Los arboles marañones están en todas partes. El rio Oje está en el medio de todo esto. Según un historiador islamita, Aderemi Olude, el rio lleva el nombre de un gran hombre que una vez vivió allí por muchos años. Hay la creencia que personas de este lugar han vivido por mas de 200 años. Onpetu dice: “Hay evidencia que nuestros antepasados vivieron aquí. Tenemos los arboles Baobabs en todas partes y algunos profesores y arqueólogos de la Universidad Obafemi Awolowo y de la Universidad de Ibadan han descubierto y se han llevado reliquias históricas de este lugar para ser investigadas. De hecho, ellos excavaron algunos materiales como santuarios, estatuas y algunos tallados. Ellos excavaron muchas cosas mas que no puedo mencionar. Tenemos algunos lugares aquí donde nuestros antepasados fueron enterrados. Es de este lugar que partieron para la guerra por Oje (donde el Mercado de Oje esta en Ibadan) en lo que es Ibadan hoy.
Cuando a este reportero le dieron un recorrido por el lugar, pudo ver los grandes huecos donde algunas materiales fueron excavados. El bosque tiene algunas áreas donde se construirá un monumento conmemorativo, mientras otras áreas se han dejado para las futuras generaciones, evidenciando su arraigo a sus raíces ancestrales.
Experiencia amarga
El monarca dijo que su creencia en Dios se mantiene inquebrantable como la roca de Gibraltar. El recordó algunos de los juicios que el enfrento como monarca y como cristiano. El dijo “Yo adopte el camino cristiano e Islámico de la oración y si usted quiere hacer rituales, está libre de hacerlo. Yo no lo voy a detener, pero para mí la oración es la clave. Precisamente, el 14 de febrero del 2006, yo estaba regresando de Ibadan cuando tuve un accidente entre Ejigbo y Oko, donde el SUV (camioneta) donde iba perdió el control 3 veces, pero debido a la gracia de Dios, salí sin un rasguño. Sin embargo, no puedo decir que el accidente más reciente fue una coincidencia o un ataque. Estábamos regresando de una cruzada en Iwere-Ile en Iwajowa, gobierno local de Estado de Oyo, cuando vimos salir fuego de mi SUV. Mi conductor salto y tomo control, pero el daño fue muy grande, inclusive con la ayuda de transeúntes, se utilizaron dos de los extinguidores y aun así el fuego no se apago. El daño fue desastroso”
Eso no es todo, el Rey ha perdido dos esposas desde que ascendió al trono. “Mi primera esposa estaba enferma ya desde antes que tuviéramos nuestro último bebe el 27 de diciembre de 1996, ella tenía problemas con la placenta y desafortunadamente su doctor estaba de viaje y el que conseguimos no lo supo manejar. Sin embargo, ella tuvo al bebe, pero luego se empezó a quejar de dolores de estomago. Cuando el doctor que conocía su historia medica la pudo examinar, se dio cuenta que había trazos de placenta dentro de su estomago. El hizo lo que tenía que hacer y la cuidamos mientras se pudo hasta que eventualmente murió”
El Rey continua: “ Mi segunda esposa murió misteriosamente. Yo estaba pensando como una persona común debido a que yo conocía su historia médica. Yo dije que no me iba a casar con una mujer Yoruba otra vez y entonces me case con una mujer del norte, para ser preciso, con una mujer Fulani. Su muerte fue misteriosa. Nosotros dormimos juntos, hicimos nuestros rezos matutinos juntos. Yo iba en camino a cepillarme los dientes. Cuando entro al baño ella empieza a llorar y dice “Kabiyesi” tres veces y grito “cabeza de elefante!, cabeza de elefante!, cabeza de elefante!!!” Yo no entendía a que se refería. Luego entendí que en Yoruba significa Atari ajanaky ki I sere omode. Si traduce eso del Yoruba encontrara que tiene mucha sentido. Así fue como murió. Pero gracias a Dios conocí a mi esposa actual la cual es mi hermana, madre y compañera de oración.
Sobre el mito de los monarcas y los gorros
El desacredito la teoría de que los monarcas usan gorros o coronas para cubrir sus cabezas y evitar ser vistos. El dice: “Yo soy Cristiano, y expongo mi cabeza al público. Yo no creo que si la cabeza de un Oba se puede ver esto afectara al que la ve.”
Sigue diciendo: “En los tiempos antiguos nuestros antepasados que fueron monarcas se hacian incisiones en la cabeza llamadas ‘madarikan’, y se creía que si una mosca tocaba la cabeza y luego iba a tocar a un recién nacido, ese bebe iba a morir. Yo no sé como ellos descubrieron eso, y tampoco sé si es verdad porque yo no lo intente ni lo voy a intentar. Yo soy un verdadero cristiano. En el Concilio de los Obas todos son libres. Tenemos libertad de asociaciones, de culto y de movimiento. Para mí, si expongo mi cabeza con una loción de aceite sobre ella al público, y una mosca viene y me toca, y luego toca a otro, yo creo que es una bendición de Dios.”
Defendiendo al monarca, un erudito e historiador, Aderemi Olude, dice que la historia es verdad. “Es aquí en Olu Oje donde uno de los hijos de Oduduwa vivió y él en enojo convirtió a su mujer en una roca a través su poder mágico.”
Segun el historiador, Olu Oje se dice que fue una persona con poderes sobrenaturales los cuales utilizo para lanzar encantos a los arcos y flechas de los guerreros que lo consultaban para saber sobre poderes mágicos. Su esposa un día revelo el secreto a sus enemigos y Olu Oje la descubrió. De tanta molestia, Olu Oje convirtió a su esposa en piedra y ordenó a la tierra a abrirse y el mismo se enterró vivo. Hoy en día, el área y el rio fueron nombrados Olu Oje.
Pa Oyebamiji Olorode ,83, el Mogaji de Ijeru, dice que hay muchas reliquias históricas en el sendero “Hay cementerios en este lugar, muchos de nuestros ancestros fueron enterrados aquí. También hay tumbas marcadas. Es por eso que muchos tenían miedo de venir y trabajar estas tierras llamadas Igbo Aiwo. En los viejos días solo los iniciados podían pasar, y esos hombres debían ser muy poderosos. Nadie se atrevía a trabajar las tierras aquí,” repitió.
Amos Adeniran, 68, un retirado del Ministerio de Salud del Estado de Oyo como Asistente de Guardia, afirmo que antes de la monarquía actual, los rituales eran comunes en Ijeru. Esta práctica se detuvo en 1999 bajo la nueva monarquía.
Ogunlade Idowu (aka Oju ode nri) es un cazador tradicional, el dice que su grupo estaba allí para contribuir su parte de los ritos tradicionales al festival. Sigue diciendo “nosotros disparamos al aire en forma de celebración, es parte de nuestra cultura, mientras disparamos creemos que va el sonido va hasta los oídos de nuestros antepasados enterrados aquí. Nosotros somos parte de este éxito, aunque el Oba no se adhiere a esto, sin embargo no nos los impide o molesta al realizar nuestros propios ritos, mientras él hace los suyos.”
James Orolana, 70, (el Jagunode de Isoko, Ogbomoso) dice, “Yo tome posesión de esta profesión a partir de mi padre que era cazador. Nosotros venimos aqui a apreciar ese hecho.”
Adewuyi Adegbite, un historiador, dice que él estaba en las celebraciones en honor a sus ancestros, “Yo soy un historiador. Yo sé lo que es no olvidarse de sus raíces. Agradecemos al monarca por llevar este conocimiento a nuestra gente.”
Mientras algunos se disgustan por la desatención a los dioses, personas como el príncipe Adeyanju Adeola Alaruru dice que el monarca es un padre para todos, y él en ninguna forma ha impuesto su religión a su pueblo. El permite todo tipo de prácticas cualquiera que sea.
De su parte, Oba Oyediran dice, “Yo creo en Dios, el Todo Poderoso. El contesta mis oraciones. Nuestro pueblo está cansado de adorar ídolos(figuras?). Y cuando yo llegue a este trono yo me asegure de que el Igbo Aiwo cambiara, de que todos los mitos alrededor del el (Bosque Prohibido) desapareciesen. Ahora nosotros trabajamos las tierras, no hay nada místico acerca del sendero de Oje pero vamos a preservar un área para el futuro. El gobierno federal inclusive nombro el área como un centro turístico en el país y será preservado todos estos lugares, pero no para la adoración de ídolos o para realizar rituales.”
Cuando se le pregunto si había sido atacado por no dejar practicar al pueblo sus rituales, el monarca contestó “Tuvimos una vigilia hace unas semanas atrás. Yo creo que es un tiempo apropiado para dejar de adorar ídolos, realizar rituales y ofrecer sacrificios.”
Esos tiempos ya pasaron, él dice, en esta época de aviones jets y computadoras. “Es tiempo de cambiar”
por Marcos Marin Awo Ifasina – Fernando Salazar Awo Ifagbemi para Fraternidad Ifá de las Américas.
Fuente citada: http://