
Miami 20 de Octubre de 2015
Conversábamos los miembros de Fraternidad Ifá de las Américas sobre los pulsos, orígenes, principalmente el pulso de plata que se dice representa a Obatalá, pero hoy en día todos los sacerdotes y hasta no sacerdotes usan sin importar cual sea su Òrìsà Alagbatori. Como siempre se ha considerando a Obatalá, dueño de todas las cabezas, el padre de la especie humana, el va con todos los seres humanos, sin importar que Òrìsà compagina con el ori de cada uno.
Un pulso, una manilla o un Ide identificaba años atrás a una persona honorable en la religión, se identificaba un exponente de la creencia Ifá Òrìsà, se identificaba un sacerdote; hoy en día es poco el valor que le podemos dar a una persona por portar una manilla, un pulso o un ide, hoy en día vemos como estos pulsos llamativos, que tienen más de un hilo lleno de cuentas, manillas de plata o de acero inoxidable, son usadas desde un alejo, hasta por sacerdotes sin escrúpulo alguno.
Hoy en día no se puede identificar a alguien por su apariencia, por un pulso, por una manilla, por collares, por un gorro o por un traje, fácilmente se confunde quien piense que aun estos iconos decorativos son la bandera de los honorables y ejemplares sacerdotes. Podrían estar observando simplemente a un Alejo -no iniciado en el sacerdocio-, un estafador, un comerciante, entre otros, pero pocas veces a un digno representante de Ifá y de Òrìsàs.
El impresionismo en muchos países ha sido la herramienta de la ignorancia, para crear una falsa imagen de lo que es la Oosa y el Ifá verdadero, sin inventos, sin improvisaciones, sin estafa…
Hora de que muchos se den cuenta que una consagración de Òrìsà no es la mejor porque todos los Iworos -sacerdotes de Oosa- lucieron un uniforme para trabajar de lo más bonito, tampoco una verdadera y correcta consagración de Ifá fue la correcta y compleja por que los Awó lucieron escandilantes gorros y ropa de figuras africanas, tampoco los Ide y collares de cuentas de swarovski (originales o replicas, la mayoría replicas…), las cuentas de color carmelita -marron- y verde acreditan conocimientos y buena fe de la ceremonia que se está realizando.
Seguirá siendo la conducta de los hombres, su preparación, su habilidad para unirse a trabajar con congéneres de conocimientos para hacer una sola fuerza de intelecto de Oosa, de Ifá, donde realmente saldrá beneficiado en la tierra y en el cielo el neófito que coloca su destino en las manos de un ser humano con tantos defectos y virtudes como cualquier otro, pero que con inteligencia y un alma noble cumplirá los pasos correctos para que el iniciado consiga lo que su alma necesita.
Tiempos de todos contra todos, tiempos de mezquindad, egoísmo y arrogancia, tiempos que solo nos quedara de ellos la enseñanza de cómo no debimos de comportarnos, tiempos que tienen que mostrarnos como realmente debemos de actuar, hacer el bien, ser gentilez, trabajar junto a personas que fortifiquen nuestra labor; tanta mezquindad, tantas ganas de protagonismo, tantas ínfulas de sabio, solo dejan ver la pobreza espiritual.
Que se tomen estas notas como protesta, criticas, lamentablemente no podemos ser hipócritas, nuestra creencia Ifá Òrìsà es tan bonita, tan amplia, y en ella hay gente noble y honrada, gente que con amor y gentileza ayuda al prójimo, pero porque amamos lo que hacemos, queremos despertar conciencias, queremos que habrán los ojos, porque como en todas las religiones, en cualquier lugar que exista la imperfección humana, veremos actos bajos, mentiras, estafas y daño, y solo la educación, solo el informar, nos dará una imagen positiva sobre la oscuridad que muchos con sus actos solo han distorsionado una efectiva y bonita creencia.
Qué bueno sería que los sacerdotes católicos, cristianos, testigos de Jehová, dejaran de irrespetar criticando maliciosamente las creencias que no profesan y se encargaran de criticar los abusos, aberraciones, estafas, robos, violaciones y un largo etcétera de maldad que realizan sus congéneres sacerdotales y religiosos, si no fueran tan hipócritas, comenzando a ordenar y arreglar sus templos, iglesias y cultos seguro que tuviéramos una sociedad gentil y sensitiva ¡comencemos por la nuestra!… el habito no hace al monje, llevemos nuestro atuendo dignamente.
por Rafael Molina Oluwo Ifasemu para Fraternidad Ifá de las Américas