Miami 01 de Octubre de 2014
Iya mi Osoronhga
Atapa j’ori
At’edo j’okan
Atifun j’orooro
Mi madre Osoronhga
Quien come la cabeza a través del brazo
Quien come el corazón a través del hígado
y come los intestinos a través de la bilis
Mucho se ha hablado de Iya mi Osoronhga, y más en estos últimos tiempos de una nueva colonización, la colonización africana, quienes han tomado parte de las redes sociales apoyados en la diáspora afrocubana para impartir lo que les queda aun de la creencia Òrìsà a algunos Yorubas. La globalización como siempre lo hemos dicho, a despertado a los pocos nigerianos de respeto, también a los estafadores y mercaderes a entrar en los países occidentales, como si no hubiera llegado Ifá y la Oosa a este lado del mundo.
Mucho se ha especulado sobre esta divinidad, la cual entre sus avatares están divididas en tres clases, tomándola por los desconocedores como una novedad nunca vista y venerada en la diáspora afrocubana, varios Sacerdotes de Ifá en algunos países de Latinoamérica, han llegado a hacer de Iyami Osoronhga un receptáculo –fundamento- que consagrar, cuando esto es totalmente falso.
Primero que nada, siempre en la diáspora Afrocubana se ha tenido presente esta divinidad femenina, con sus distintos avatares, siendo denominada por algunos investigadores de la antigüedad como “el lado negativo de las deidades Òrìsàs Femeninas”. Como sabemos, Ifá nos muestra como la vida es una dualidad, tiene que existir el mal para que exista el bien, y viceversa, sin la muerte, la enfermedad, no existiría la vida, la salud, sin la luz no existiría la oscuridad, un tema muy amplio, pero que no tocaremos en esta breve nota, pero haremos referencia a ella para estar más claro de manera didáctica, no fantasiosa y de película de Hollywood como lo hacen muchos sacerdotes y web site.
En la diáspora Afrocubana se hacían los Ipese, que son los Ebó a “las brujas”, todo sustentado en Odù, Osa xxxx, Irete xxxx, entre otros, y esto siempre estuvo plasmado en los libros y notas de Miguel Febles Padrón Odika, al igual que de su padre Ramón Febles Molina Ogbe Tua, entre otros sacerdotes que dejaron parte de su memoria escrita. En la afrocubana los Bàbáláwos hacemos Ebó, colocamos ofrendas a las Iyami, y la mayoría no se dan cuenta cuando lo hacen, de la misma forma se hace un Ipese muy popular donde en privado con cualquier Bàbáláwo podemos demostrarle que lo que hace es para las brujas en sus tres tipos. Nunca hemos tenido excluido de nuestras costumbres el apaciguamiento a las brujas. Como lo dice uno de mis maestros “Siempre las atendemos, pero no le tenemos miedo como le tienen miedo en África”, algo muy coherente, ya que inocentemente la mayoría apacigua y cumple con estas divinidades fuertes y muchos no lo saben.
Iya mi Osoronhga no se consagra, no se entrega, es una estafa y un desconocimiento rotundo del que haga esto. En África está el culto a las Iyami, el cual son sociedades integradas UNICAMENTE POR MUJERES Y LIDERADAS POR LAS MAS ANCIANAS Y EXPERIMENTADAS DE ESTAS, ellas, así como funcionaban las antiguas Sociedades Ogboni (aun existen solo que pocas realmente serias, muchas son hasta cristianas) así funciona el culto a Iya mi Osoronhga, las mujeres que lo integran son debidamente seleccionadas por esta cofradía de damas, expertas en hacer hechizos y en adorar a estas entidades. El hombre no tiene cabida en este culto, por lo tanto el Bàbáláwo solo se limita a su apaciguamiento con los Ipese y otros actos sacros, los cuales parecen sencillos, muchos los hacen, pero aun no le encuentran el sentido que es para armonizar a estas entidades femeninas que pueden ser desde benévolas hasta las más malévolas y destructoras.
***Aprende mas de Iya mi Osoronhga en http://fraternidadifa.com/
Por Rafael Molina Oluwo Ifasemu para Fraternidad Ifá de las Américas.