Acostumbrados a escuchar que el viernes santo es el mejor día para hacer brujería, ¿por qué? porque el diablo anda suelto… así dicen, pero no me crean mucho, aun no encuentro el por qué un día implícitamente ligado a la muerte de Jesucristo tiene que ser un día para que los «chicos y chicas malas» hagan lo que ellos dicen saber hacer, maldad. Una de las herencia del sincretismo, se convirtió en costumbre, ‘si mataron al hijo de Dios ese día, quiere decir que el demonio nos apoyara en nuestras fechorías’, ¿algo así será?.
El demonio realmente no presenta sus ejércitos con ‘diablitos’ con ‘tarritos’, con alas de vampiro, con colmillos y cola, no, el lado oscuro es un lado muy inteligente, tan inteligente que sus piezas son importantes personajes en las altas sociedades, personajes elitescos, poderosos que sacuden gobiernos, economías, países enteros, y esto no lo hacen degollando gatos, perros, o documentando en internet los pasos de lo que harían o iban a hacer el tenebroso ‘viernes santo’.
La maldad funciona a diario, no hace falta un día especifico para hacer fechorías, para hacer maldad, para hacer estupideces. El que de verdad conoce y sabe equilibrar las energías mide su calendario por la naturaleza, sabe las noches que debe de ‘laborar’ con las entidades oscuras, el universo se lo dice. No hay nada peor que la maldad que realiza el ser humano, y como dice un amigo: «el peor caldero, el más peligroso, es el cerebro humano», no está lejos de la realidad, sin duda los malos pensamientos, la envidia, la maldad, los malos deseos, son más nocivos que verter la sangre de cualquier ser vivo.
Estamos en tiempos donde los religiosos debemos avanzar como seres espirituales, no retroceder, debemos de buscar caminos de luz, que estén impregnados de sabiduría, de conocimiento, no podemos seguir tomando caminos oscuros como si la vida fuera un juego lúdico, donde muchos piensan que quitarle la vida a un animal por maldad es grato para Òlódùmarè -Dios- o lanzar cientos de maldiciones y los peores deseos es un acto de ventaja en nuestras vidas; sinceramente da mucha pena ver que hay gente que piensa así, sacerdotes que juraron ante Ifá salvar la humanidad y los vemos esperando un viernes santo como si esto fuera a influir mas en el destino de sus oponentes, que en el de ellos mismos, que es el que en realidad se está destruyendo.
«Aquí nadie sabe más que nadie, el que sabe se llama Òrúnmìlà, pero no podemos negar que el que hace Ebó, el que está atento a sus Òrìsàs, el que respeta y cumple con los preceptos de Òlódùmarè no hay enemigo ni maldad que lo destruya.»
Pensamos que lo más importante es aprender a hacer Ebó -sacrificio-, aprender a hacer el bien, esa es la verdadera manera de salvarnos de las adversidades de la vida, será por eso que muchos no le tememos a los seres humanos, y por eso no estamos pendientes a estas alturas de la vida en esperar la fecha que asesinaron a un profeta para ‘y que hacerle daño a los demás’.
El daño se lo hace la misma gente cuando nos hacen maldades, solo debemos de estar junto a Ifá, junto a nuestros Òrìsàs, haciendo el bien, siguiendo los concejos, respetando la creación divina, es la legítima manera de que nuestra misión en la tierra no sea saboteada por nosotros mismos. Cuando hacemos mal nosotros mismos nos estamos auto saboteando.
A los alardosos que alimentaron a todos los demonios, que le sacrificaron un zoológico, hay que recordarles que eso no los hace más poderosos, al contrario, dejan ver una gran carencia de sabiduría e inteligencia, de todo lo que hacemos nos guardan, todo lo que emanamos regresa a nosotros, nada se pierde, nada se olvida, siempre hay alguien observándonos y tomando nota.
Dice Ose Afibisoloore:
Bo gbori ile to jeku o
bo gbori ile to jeja
bo gbori ile to mumi
bo gbori ile to se baje
Ase dowo ile ta joje
si se camina en la tierra y se come ratas
si se camina en la tierra y se come pescado
si se camina en la tierra y se toma bebidas
si se camina en la tierra y se traiciona un juramento
la tierra está aquí para otorgar un gran castigo
por Rafael Molina Oluwo Ifasemu para Fraternidad Ifá de las Américas.