A los 90 Días de Ausencia Física la Luz del Guerrero Crece.
Miami 7 de Enero de 2015
Un día como hoy, el pasado mes de Octubre del año pasado, le arrebatan la vida a quien fuera en vida nuestro querido amigo, guía, orientador y Presidente Vitalicio de Fraternidad Ifá de las Américas, Leonel Gámez Céspedes Oluwo Oseniwo.
Han pasado tres meses de este trágico acontecimiento que enluto no solo a su familia, a sus ahijados, a sus amigos, sino, a miles de personas en muchos lugares del mundo que no tuvieron la oportunidad de conocerle, pero que aunque sea a distancia, sin ningún interés, más que el de ser un sabio, conocedor y sobre todo gentil servidor de Ifá en la tierra, les tendió la mano para que practicaran una mejor religión.
No hay mucho que explicar en estos 90 días de su desaparición física, es prematuro hacer enunciados personales o públicos de lo sucedido, a pesar de que a muchos luego del dolor, no solo los que lo quisimos, sino, muchos de los seguidores que admiraban su grandioso trabajo, se preguntan, y ¿por qué paso? y ¿por qué él?. La vida es a nuestra vista irónica, injusta, pero Olódúmáré solo conoce los misterios de ella. Un ser grandioso como él, así como tenia seguidores y gente que reconocía y agradecía sus valiosos aportes, tenía que tener gente que lo adversaba, envidiaba y hasta odiaba, es algo normal en el ser humano, el no poder controlar sus sentimientos maliciosos, en vez de reconocer la gran labor de personas como él, les es más satisfactorio envidiarle, adversarle, porque ellos nunca podrán llegar a ser lo que él hizo, saber lo que él supo, dominar lo que el domino, ser el guerrero que cuando defendía la religión sin temblar tenia los argumentos y la preparación para hacerlo, de la misma forma su forma de ser, gentil, realmente humilde, siempre presto o colaborar con el alejo hasta con el sacerdote, le valió mantener hasta después de su partida terrenal el respeto y admiración de miles de personas por el mundo.
Leonel Alberto Gámez Céspedes dejo un legado muy valioso, no solo el legado de una brillante calidez humana, sino también, su trabajo investigativo, plasmado en libros físicos, digitales, audios y videos que no caducaran, y servirán a las actuales y venideras generaciones de adoradores de la creencia Ifá – Orisa. Las especulaciones de los ignorantes, de los que se hicieron sus enemigos, de los que lo envidiaron, de muchos que le trataron con hipocresía, por no soportar su abismal sapiencia, por nunca poder lograr lo que él hizo o ser como él era, aun se escuchan como la caída de una gota en un océano, así son algunos seres humanos, hay que comprender que de esa calidad también tienen que existir, sino, no aprendiéramos; lo cierto es que las bases solidas, palpables que dejo Leonel Oseniwo -como el firmaba- nunca serán olvidadas ni mucho menos distorsionadas, por que como el sol le da luz a la tierra, así mismo su legado nunca dejara de dar luz a miles de personas.
Hoy estaremos cumpliendo con uno de los ciclos sacros a su alma, en Cuba, en México, en Miami, en cada lugar donde el dejo un ahijado, bien consagrado por él como Bàbáláwo, o bien, Bàbáláwos representados por el al haberle entregado Orisas e iniciado en algunos secretos.
Las almas nobles y luchadoras nunca se olvidan, porque están con nosotros, y más las que dejaron legados para la posteridad. Nuestro mayor esta en el mundo de la verdad, el mundo donde ya nada es oculto, el mundo donde se acaban los paradigmas de las dudas y misterios, donde no hay mascaras, el vigila e intercede por todos aquellos que con un corazón transparente fueron nobles a su alma, tanto en la tierra como en el cielo, de la misma forma, como lo fue en tierra, sigue siendo la misma alma que tenía como premisa la justicia.
por Fraternidad Ifá de las Américas, su directiva y miembros.