La justicia que aplica el ser humano no es infalible
Ogunda roro bi aro, Irosun roro bi eje, won difa fun Onita
agba, abufun onita-kekere, awon mejeji she wole wode ni’Ie
Oba ado ajuwaleke. Ogunda Rosun
Los consejeros mayores y menores del palacio del Oba de Benín visitaron a Òrúnmìlà para que este les hiciera adivinación. Ifá les aconsejo hacer sacrificio y no generar discusión en temas estériles. Entre las recomendaciones que Ifá hacia estaba sacrificar un Chivo a Èsù y un gallo, luego colocarle a Èsù las cabezas de estos. El mayor de los consejeros hizo el sacrificio pero su colega menor no lo hizo. Òrúnmìlà interpretando el Odù avistado les recalco que hicieran el sacrificio para impedir el riesgo de volverse las víctimas de una calumnia que no podrían aclarar, de un falso testimonio por el cual serian juzgados.
Dos días después, el consejero mayor estaba mostrando a su colega menor los templos principales del palacio. Cuando ellos llegaron al templo de Ogún; ellos vieron los cráneos de víctimas decapitadas. El consejero mayor observó los cráneos y dijo: “ésas son las cabezas de víctimas culpables e inocentes”. El consejero joven refuto el comentario de su guía y colega diciendo: «el Oba no mata a las personas inocentes, ni a los ciudadanos que cumplen las leyes morales del pueblo, los cráneos seguramente pertenecen a delincuentes y a todos aquéllos que se burlan de la ley.»
El Oba de Benín tenía un gallo que lo despertaba todas las mañanas. Después de que el consejero más joven había refutado con convicción y reiteradas veces que el rey era injusto y decapitaba personas inocentes, insistiendo en lo infalible que era el Oba en la correcta y justa aplicación de la ley, el consejero mayor con mucho mas experiencia ideó una estrategia para enseñarle una verdadera lección sobre las injusticias que eran capaces de cometer los seres humanos.
Una noche, el concejero mayor capturó el gallo favorito del Oba. y lo escondió lejos del palacio. Al mismo tiempo, consiguió otro gallo muy similar en su colorido y tamaño al gallo del Oba. Él invito a beber un trago a su confiado colega menor, en el cual vertió una poción mágica que tenia plumas del gallo y la cual le causo un sueño hipnótico. Inmediatamente el consejero menor cayó víctima del brebaje profundamente dormido, el consejero mayor, marco su cabeza con Efún, y sacrifico el gallo que se parecía al gallo del Oba sobre la cabeza de su dormido amigo, vertiendo la sangre en su cabeza. Todo aparentaba ser que el consejero menor había tomado el gallo del Oba y había hecho Ebori con él y se había quedado dormido luego de eso.
El consejero mayor hizo lo que tradicionalmente se hacía luego del sacrificio de un ave a Ori, hizo un círculo con la cascarilla y coloco pedazos de nuez de kola, coco y la cabeza del gallo dentro del círculo, para luego cubrirlos con una canasta. Finalmente tomo el cuerpo del gallo y cocino su carne en aceite de Palma, mojando la boca del concejero menor con el aceite donde se cocino la carne.
El día siguiente en la mañana el Oba no se despertó temprano ya que el gallo por su ausencia no canto. Cuando el consejero mayor entro a la alcoba del Rey a ver por qué no había despertado temprano como acostumbraba a hacerlo, el rey le pidió que averiguara por qué el gallo no había cantado. El consejero mayor (Olotu-odibo) aviso a los guardianes del Palacio que investigaran la ausencia del gallo. Las plumas encontradas en el camino dirigieron a los guardianes a la casa del consejero menor.
Cuando los guardianes llegaron a su casa, encontraron aun dormido al consejero menor, tomaron toda la evidencia que lo culpaba como el que robo el gallo del palacio para alimentar su Ori. Al despertar el consejero menor se vio encadenado y amordazada su boca en un juicio sumarial dentro del Palacio de Benín.
Con toda la evidencia estructurada para parecer culpable, él se sorprendió, pero mas lo sorprendió de que no tenía el beneficio de defenderse. Estaba condenado a ser decapitado sin derecho a juicio, el verdugo de la justicia real fue llamado a cumplir su labor. La ejecución iba a ser en el templo de Ogún, El consejero mayor solicito al Oba permiso para hablar, su permiso fue concedido.
El pidió que el consejero menor respondiera con su cabeza de manera negativa o positiva si había robado y sacrificado el gallo del Oba. Por supuesto la respuesta de la víctima fue negativa. El consejero mayor confirmo que el gallo del Oba estaba vivo y dio las indicaciones a los guardianes a que lo fueran a buscar donde él lo había guardado.
Al llegar los guardianes con el gallo vivo ante el Oba, el consejero mayor dio sus argumentos de por que había hecho esto a su colega, para que aprendiera que las personas inocentes podían ser condenadas y ejecutadas sin cometer una ofensa o quebrantar la ley.
Alli el consejero menor (Onita Kekere) recordó que no hizo el sacrificio que aconsejo Òrúnmìlà.
Esperamos que luego de esta enseñanza universal de Ifá, manifestada en el Odù Ogunda Rosun creemos conciencia de que maldad en planeta existe, y es ejecutado por los mismos seres humanos, y así hagamos el bien y creamos por esto que nunca seres alcanzado por la maldad debemos de contar con Òrúnmìlà y con Ifá para que continuemos cumpliendo nuestra labor en la vida.