
El Legado es Eterno, a un Año de tu Partida…
«Podrán matar al hombre, pero jamás mataran sus ideas».
Miami 7 de Octubre de 2015
El día de hoy se cumple un año de la desaparición física de Leonel Alberto Gámez Céspedes Oluwo Oseniwo Ifasola, quien fuese fundador y presidente vitalicio de Fraternidad Ifá de las Américas, a su vez, fundador y Presidente de la Sociedad Yoruba de México.
Han pasado 365 días de la tragedia que enluto a miles de seguidores de la creencia Ifá Òrìsà.
Muchos Bàbáláwos han fallecido, muchos religiosos han partido hacia el otro plano, pero son pocos los sacerdotes que se han ganado el respeto y admiración de miles de personas.
La humildad y generosidad, junto con un caudal de conocimientos invaluables, hicieron de Leonel Gámez Oseniwo una de las almas más brillantes que han pasado por Occidente para dictar cátedra de lo que era un maestro, un líder, un verdadero conocedor de los misterios de Ifá y de la Oosa, no solo los sembrados en Cuba, sino, también los que aun sobreviven en gran parte de África.
Es difícil que hagamos un monologo hablando en primera persona con Leonel Oseniwo, no lo haremos, porque simplemente en el lugar donde el está ahora, el ha visto lo que hemos hecho cada uno de los que en su vida terrenal compartimos de una u otra forma con él, ha resguardado a su familia consanguínea y parte de su familia religiosa. Igualmente ha observado y sentido las acciones de sus allegados.
No creemos haga falta escribirle en Facebook esperando que él lea, él tiene la potestad por Òlódùmarè de observar y escuchar las mentes y corazones de cada persona.
En anteriores notas hemos detallado algunas cosas valiosas de este gran hombre, de este brillante ser, de un grandioso mentor, de un gran amigo, al que por lógica se le extraña mucho y ha sido difícil para todos los que lo conocimos y compartimos con el aceptar su ausencia terrenal.
Hay un antes y un después en Ifá, de Leonel Gámez Oseniwo, aunque a el mismo no le hubiese gustado que afirmaramos esto, su humildad y su sencillez no nos lo hubieran permitido; pero ‘al Cesar lo que es del Cesar…’, así como hubo una etapa promisoria con el extraordinario Miguel Febles Padrón Odika, de la misma forma la hay modernamente con Leonel Gámez Oseniwo, y no porque haya desencarnado, en vida lo demostró y le fue reconocido por la mayoría de religiosos con verdadero conocimiento su gran labor investigativa, sus valiosos aportes por los diferentes medios utilizados, pero sobre todo su amplia calidad humana. Un carácter fuerte, avasallante ante la injusticia, pero una nobleza, humildad y gentileza que solo los realmente grandes poseen.
Su legado vive más que nunca, y lo que pudo dejar, siempre sin mezquindad, llegara a miles de religiosos de todo el mundo, desde sus recopilaciones, su estudio, hasta sus obras propias, físicas y digitales.
Leonel Alberto Gámez Céspedes dejo un legado muy valioso, no solo el legado de una brillante calidez humana, sino también, su trabajo investigativo, plasmado en libros físicos, digitales, audios y videos que no caducaran, y servirán a las actuales y venideras generaciones de adoradores de la creencia Ifá – Òrìsà. Las especulaciones de los ignorantes, de los que se hicieron sus enemigos, de los que lo envidiaron, de muchos que le trataron con hipocresía, por no soportar su abismal sapiencia, por nunca poder lograr lo que él hizo o ser como él era, aun se escuchan como la caída de una gota en un océano, así son algunos seres humanos, hay que comprender que de esa calidad también tienen que existir, sino, no aprendiéramos; lo cierto es que las bases solidas, palpables que dejo Leonel Oseniwo -como el firmaba- nunca serán olvidadas ni mucho menos distorsionadas, por que como el sol le da luz a la tierra, así mismo su legado nunca dejara de dar luz a miles de personas.
Las almas nobles y luchadoras nunca se olvidan, porque están con nosotros, y más las que dejaron legados para la posteridad. Nuestro mayor esta en el mundo de la verdad, el mundo donde ya nada es oculto, el mundo donde se acaban los paradigmas de las dudas y misterios, donde no hay mascaras, el vigila e intercede por todos aquellos que con un corazón transparente fueron nobles a su alma, tanto en la tierra como en el cielo, de la misma forma, como lo fue en tierra, sigue siendo la misma alma que tenía como premisa la justicia.
«Reyes no son los que llevan cetro, sino los que son gentiles, nobles, sensibles, humildes, leales amigos y hasta sabios… Leonel Gámez Oseniwo, un Rey, un Guerrero Inmortal. »
https://www.youtube.com/
por Fraternidad Ifá de las Américas, su directiva y miembros.