De forma general, sin importar religión, costumbre, idioma o raza, es casi una costumbre universal celebrar, ya sea el cumpleaños de una persona, el día del santo que tiene el nombre de esa persona, el aniversario de un matrimonio, la fecha de nacimiento de una empresa, etc.
Sin embargo, nunca escucharemos que se festeje el aniversario de la muerte de alguien, tampoco nadie hace fiesta el día que se conmemora su divorcio ni rememora con un festejo la fecha en que abortó a una criatura. Bajo esta perspectiva nos hemos preguntado, ¿qué nos lleva a realizar un festejo?
En la actualidad la gran mayoría de la humanidad realiza festejos anuales, pero muchas personas no saben por qué los hacen, simplemente festejan su nacimiento y no necesariamente por las verdaderas razones que se tienen que tomar en cuenta para este tipo de festejos.
Desde la mira yoruba, el ser humano nace, pero eso no garantiza que vaya a tener una vida plena, por esta razón cada año que Olódúmáré y los irunmoles nos permiten vivir es causa de un festejo, no por el nacimiento como tal, sino para agradecer otro año de vida y buenaventura. Si cumplimos un año más decimos mo dupe odun jo, damos las gracias por un nuevo año y rogamos por un año venidero mejor que el actual.
Muchas veces no somos capaces de ver todo lo que “no pasamos” en un año de vida y sólo sacamos la cuenta de las cosas malas que en ese año sí sucedieron. Esto sucede porque los seres humanos no estamos preparados para aguantar el peso de nuestras faltas. Un hombre puede pasarse la vida siendo infiel, pero si un año lo descubren y por esa razón pierde el matrimonio esto puede ser causa suficiente para escuchar sus lamentos y quejas por un mal año.
Las preguntas son, ¿mal año por qué?, ¿mal año para quién? Si un ladrón o un desfalcador es descubierto robando o desfalcando, él también se quejará de un mal año, y nuevamente preguntamos, mal año ¿para quién?, mal año ¿por qué? Sabemos que nosotros, como seres humanos, tenemos fallas, pero esas fallas son personales y jamás nos deben de llevar a culpar a las divinidades por sus consecuencias. Tenemos que saber que las divinidades no son parte de nuestras determinaciones diarias, las cuales planificamos, cambiamos, modificamos y hacemos a nuestro antojo, sin importarnos si será bien visto por nuestras deidades o no.
Por ello, para tener una vida más plena, no basta con consagrarse en orisa o en ifá, sino que hay cumplir con todas sus indicaciones, todos sus consejos y, cuando por nuestra propia cabeza tengamos a bien tomar determinaciones que sabemos que no son buenas, al menos es recomendable tener el pudor de no culpar a otros por nuestra mala decisión, mucho menos a las divinidades.
Cada año sin ver la muerte, cada año sin ver enfermedades, debe de ser motivo de hacerle festejos a nuestros orisa.
Cada año que pasemos por enfermedades (que muchas veces nos provocamos nosotros mismos) y logremos salir de ellas también debe de ser motivo de festejo para nuestras divinidades.
Con respecto a lo económico, el dinero nos lo pueden dar nuestras divinidades, pero ellas no mandarán un paquete por DHL lleno de dinero, aun cuando lo merezcamos. Ellas nos darán las vías para obtener el iré, pero el trabajo para lograrlo lo tenemos que hacer nosotros. Los sacrificios que hacemos desde niños para estudiar hasta lograr una carrera, tienen la finalidad de darnos una preparación para hacer más fácil que llegue la fortuna que dios nos tiene deparada. Si una persona no estudia nada y lo vienen a buscar para ofrecerle un buen pago por el trabajo que él supuestamente sabe hacer, pero en realidad no sabe hacer nada, él no va a recibir pago por ese trabajo, porque él no se preparó para ningún trabajo.
Aun así, puede suceder que la suerte le quiera sonreír aun cuando no haya estudiado, entonces puede ser que se encamine a encontrar la fortuna en el comercio, pero si resulta que tampoco tiene sangre para emprender un negocio, ¿de qué forma le pueden ayudar sus orisa?
Así podemos ver que tengamos mucho en el transcurso del año o tengamos poco, tenemos lo que merecemos y sea mucho o sea poco debemos de agradecerle a nuestras deidades.
Si una persona durante el año pudo haber guardado dinero para celebrar su festejo, pero se lo gastó, no tiene una excusa justificable, no es ninguna justificación decir el día antes del cumpleaños que no tiene dinero, pues ¡claro que no puede tener dinero quien no tiene una buena planificación! Si realmente queremos que nuestras divinidades vean por nosotros, agradezcámosles aunque sea con su festejo anual por todo lo que ellas nos han aportado y que muchas veces nuestros ojos no se dignan a mirar, pues por lo general sólo buscamos a dios entre las lágrimas, sólo nos acordamos y le prometemos cuando nos sentimos con el agua al cuello.
La vida no es un lago de agua mansa, la vida es como un remolino y todos estamos metidos en él. Cada año de nuestra vida es como un tanque lleno de agua al que le quitamos un tapón en la parte de abajo, el agua poco a poco va saliendo y al final se forma como un remolino y pasan muchas cosas.
Ésta es más o menos la comparación que podemos darle a cada año de nuestra vida, si nos fijamos, los años por lo general comienzan con quietud, pero terminan como un remolino.
Cuando nosotros libramos cada año de consagración, es nuestro deber de religiosos venerar y festejar a nuestro orisa tutelar y a nuestro ifá en caso de los babalawos, dándole gracias por permitirnos un año más de vida.
Cuando cumplimos un año más de consagración y festejamos a los orisa, debemos de llamar a otros invitados, prepararles comida, bebida y una fiesta, ya sea con tambor, güiro, o simplemente con cualquier tipo de música que alegre el ambiente.
Para nosotros es importante no sólo celebrar a nuestro orisa, sino invitar a otros a formar parte del festejo donde le damos gracias a nuestras divinidades. A lo mejor las gracias se las damos a solas, no obstante, el hecho de mostrar felicidad y hacer que otros se sientan felices, también es una forma, desde nuestra religión yoruba, de agradecer a orisa y a ifá.
Cuando hacemos un festejo y ofrecemos de comer y de beber a otros, no sólo estamos recibiendo la bendición de nuestro Orí y nuestra divinidad, también estamos recibiendo la bendición del Orí de todos aquellos que vienen a nuestro festejo, porque ifá dice que la boca que alimentas no te puede maldecir, la boca que alimentas no puede hablar mal de ti y que el bien que haces también forma parte de la balanza a tu favor.
En relación a las cosas que quizá otros ven mal en nosotros, la religión yoruba enseña que en la vida habrá quienes nos critiquen y también quienes hablen bien de nosotros, ifá dice que muchos hablan mal de nosotros porque no son parte de nuestro núcleo de amistades, muchos ni siquiera nos conocen. Algunos sólo tienen una forma de defecar diferente a la normal, todos deben de hacerlo a través del intestino grueso, pero a muchos les da igual hacerlo por la boca, porque son así, porque no saben diferenciar entre una y otra cosa. Una buena parte de la humanidad trabaja para tener, otra sólo se la pasa criticando todo lo que les llega a los demás, por ello, ifá nos enseña a no tener distingo a la hora de invitar a otros a nuestros festejos, a los amigos, porque se lo merecen, a los enemigos, para que se traguen sus palabras y tengan que darse sus cocotazos ellos mismos cuando ni siquiera puedan sustentar sus mentiras.
Por otro lado, un festejo también es como una siembra y su cosecha. Cuando tenemos poco, damos poco, el año siguiente tenemos más, damos más y así sucesivamente, pero no hay justificación alguna para no agradecerle anualmente a nuestras divinidades.
Con respecto a esto, así dice ifá:
Irosun Meji
La fiesta anual
Introducción
Ifá dice que a la persona a la que le sale este odu tiene que realizar ébó, además tiene que recibir Isefa para venerar a su propio ifá.
También esta persona tiene que hacer odunfá (fiesta anual de ifá).
Cada vez que la persona realice esta fiesta, su prosperidad irá aumentando. Así dice ifá enIrosun Meji.
Traducción:
La gente de gúnnúwe
(quien se baña con poca agua)
lava su ropa sobre la piedra.
Al no llover
la gente del cielo no lava ropa.
Realizaron adivinación
para la gente de Irosun Ójó pé
(se cumple la fecha)
y también realizaron adivinación
para la gente de Odunjo (se cumple el año).
Ellos dijeron que la fecha se cumple
y la fiesta se celebra.
Canto:
Nuestra fiesta del año pasado
fue un éxito.
Nuestro festejo del año pasado
fue exitoso.
Coro:
El año se cumple
la fiesta fue exitosa
la fecha se cumple
nuestra fiesta del año pasado fue exitosa.
Nuestra fiesta del año pasado
fue exitosa.
Coro:
La fecha se cumple
nuestra fiesta fue exitosa
nuestra fiesta del año pasado fue exitosa.
Explicación:
Aquí está la gente de Irosun Odunjo (nombre de pueblo que quiere decir el año se celebra), ellos fueron a consultarse para saber si iban a prosperar en su trabajo y el odu que les salió fue Irosun Meji, los babalawos les aconsejaron realizar ébó y recibir isefa (owofakan). También les dijeron que ellos debían de realizar su fiesta anual y que a medida que fueran celebrando su fiesta, asimismo iba a ir en aumento su prosperidad. Ellos escucharon y realizaron el ébó y también realizaron su fiesta.
Si ellos realizan un festejo hoy, antes de un año, ellos duplicarán su fortuna. Ellos no sienten los gastos que tienen que hacer por sus festejos, ellos comenzaron a festejar dándole gracias a sus babalawos, los babalawos a ifá e ifá a Olódúmáré.
FIN
COLECCIONES DE IFA OSHENIWO
Éste es otro de los aspectos que quizá no son tomados muy en cuenta por la gran mayoría de los religiosos, sin embargo, es un tema que nos enseña otra forma de evitar llegar a la pobreza y la miseria, mismas en la que muchas veces se cae, precisamente, por no tener la voluntad de sembrar y quienes no siembran, nunca podrán cosechar nada.
El odu ifá ogbe hunle explica que Òrúnmìlà no tenía seguidores y que Òrúnmìlà siempre acudía a los festejos de los demás orisa, quienes año con año iban haciéndose de más y más seguidores. La misión de Òrúnmìlà es el sacerdocio. Él se dedicaba a curar, a realizarébó para los demás, pero una vez resueltos sus problemas ya ellos no iban a visitarlo.Òrúnmìlà fue por adivinación y sus babalawos le dijeron que él tenía que realizar sus propios festejos, pues aun cuando ayudaba a la humanidad, la humanidad no tenía un día para ir y agradecerle por los favores recibidos.
A partir de ahí, Òrúnmìlà dejó apartado el día del festejo para él. Ojo ifá (el día de ifá) es el día que el babalawo toma para sus propios sacrificios y la veneración a su ifá. PeroÒrúnmìlà también estipuló el Odun ifá, que es el festival anual de ifá, ese día el babalawo le hace ese festejo a ifá para que todos sus seguidores vengan y le agradezcan por los favores recibidos. Cabe enfatizar que esto no es una opción para un babalawo, tampoco es una opción de un olorisa celebrar a orisa. Esto es una obligación para cada religioso, sea con mucho o sea con poco, pero no debemos dejar de pasar ese día por alto.
Es bueno que los religiosos sepan que orisa está en nuestro cuerpo, que ifá también vive en nosotros. Festejar a orisa y festejar a ifá es contentar la espiritualidad que vive en nosotros, es sembrar felicidad para cosechar también felicidad.
Es un error de los religiosos dejar a su orisa abandonado en casa y salir a festejar con amigos a un restaurant o bar. Ese día no es nuestro, ese día es de orisa y debemos pasarlo en casa junto con él.
Le brindemos poco o le brindemos mucho, lo importante es estar junto con él ese día, dándole gracias por todos los favores recibidos.
Con el festejo damos gracias por el año que pasó y estamos rogando por un buen nuevo año. Así lo explica ifá en el siguiente Ese ifá de Osa Ogbe:
Traducción:
Osa está bailando
en la barcacoa
y fuera está levantando polvo.
Realizó adivinación para Òrúnmìlà.
Los babalawos le dijeron a Òrúnmìlà
que terminando la fiesta de este año
vienen las de los años siguientes.
Ifá dice, vamos a celebrar
la próxima fiesta juntos.
En la próxima fiesta ustedes
(los enemigos)
vengan a ver mi prosperidad
yo me convertí al nuevo azadón.
Vengan a ver.
Uunn asómbrense de mí
y el próximo año
también quedarán asombrados de mí
porque el azadón nuevo causa asombro.
Explicación:
Aquí esta Òrúnmìlà. Él siempre realiza sus festejos anuales y esto molestaba mucho a sus enemigos, ellos le dijeron que este año no cumpliría con su festival. Los babalawos le dijeron a Òrúnmìlà que él tenía que realizar ébó para que cada año su festival fuera mejor que el del año anterior. Ellos le advirtieron que como sus festivales iban a ser cada año mejores, sus enemigos iban a tener cada vez más envidia de él.
Cuando se estaba acercando al siguiente festival, Òrúnmìlà comenzó a preocuparse pensando en cómo hacer para que su próximo festival saliera mejor que el anterior.Òrúnmìlà dijo que en su anterior fiesta él no tuvo problemas, ni sus hijos ni su familia, que no hizo falta nada, pero para confirmar que todo estuviera bien en su siguiente festival, él mandó llamar a sus babalawos, los babalawos vinieron a la casa de Òrúnmìlà y realizaron adivinación para él y el odu que le salió fue Osa Ogbe.
Como salió este odu, le dijeron a Òrúnmìlà que tenía que realizar ébó porque había gente que deseaba que el festival fuera un fracaso. Òrúnmìlà les preguntó a sus babalawos qué materiales necesitaba para su ébó, ellos le dijeron que tenía que traer muchas ratas, muchos pescados, muchas aves, muchos animales de cuatro patas, todo para el festejo.Òrúnmìlà escuchó y realizó el ébó y su ébó fue aceptado.
Ellos realizaron ofrendas al Oke Ipori de Òrúnmìlà y le pidieron que las pusiera debajo de donde él dormía para que el siguiente año sus iré se duplicaran y el festival saliera mucho mejor. Òrúnmìlà cumplió con todo lo que le recomendaron y su ébó fue aceptado (ébó fin ebo da). Ébó Òrúnmìlà de ala lade Orun (el ébó de Òrúnmìlà llegó al cielo).
En la siguiente fiesta, en vez de que Òrúnmìlà se cambiara de ropa dos veces en la fiesta, el se cambió dos veces cada hora y él pudo darle de comer a todas las personas que asistieron. Òrúnmìlà estaba muy contento y comenzó a darles las gracias a los babalawos, le daba las gracias a ifá e ifá a su vez a Olódúmáré.
Ifá dice que la persona a la que le sale este odu tiene enemigos que no quieren que tenga éxitos en lo que realiza. Ifá dice que esta persona debe de realizar ébó para que los mismos enemigos lo vean y se queden asombrados, así dice Osa Esu.
FIN
COLECCIONES DE IFÁ OSHENIWO
En conclusión, el festejo debe de ser retomado con seriedad, no puede existir ninguna razón para no realizar un festejo anual a los orisas o a ifá para agradecer por todo lo que nos brindan durante el año.
Quienes gastan miles de pesos en placeres o gustos y el día del festejo alegan no tener dinero para sí mismos, los invito a no engañarse, pues aquello con lo que vivimos nos lo daorisa o nos los da ifá, aun cuando no teníamos esas consagraciones. Hoy que las tenemos considero que es de suma importancia que ahorremos poco a poco para que ese día podamos hacerle el festejo a nuestros orisa o a ifá.
Cuando llevemos nuestra vida guiados por los conceptos y filosofías de la religión yoruba (mismos que hemos ido brindando poco a poco a los religiosos), podremos observar que nuestra vida comenzará a ser día a día más próspera y que estará mejor encaminada. Por el contrario, aquellos que no son capaces de brindarle homenaje a sus divinidades aun sabiendo de su importancia, al menos tengan la vergüenza de no pedirles ayuda en nada o de no culparlas de sus fracasos, pues las divinidades son nuestros guías, no nuestras esclavas. No son el genio de la lámpara de Aladino. Son deidades que nos van a dar apoyo y ayuda si nosotros las sabemos llevar.
A nombre de la Sociedad Yoruba de Mexico
Leonel Gamez, Oluwo Osheniwo.