Aquí una breve explicación de esta deidad que está en nuestra religión pero que es más adorada en la diáspora de Brasil (Candomble) por ser más arraigada en Benín que en Nigeria.
Osumaré es el Òrìsà de todos los movimientos, de todos los ciclos, la riqueza, larga vida. Osumaré es la serpiente que rodea la tierra come su propia cola (ourobos). Se dice que si un día pierde su fuerza y no mueve su cola, la tierra se derrumba, lo que ocurriría si la humanidad continúa destruyendo Aiyie (La Tierra). Debido a esto, es considerado por muchos el Òrìsà de Ecología. Puesto que el universo es dinámico y la Tierra está en constante movimiento, este movimiento es que crea las estaciones. Imagínenos la Tierra sin rotación, con apenas una temporada, un día o noche permanente. Es necesario que la tierra se mueve para que los días comiencen al terminar la noche, hallan estaciones, el vapor del agua suba y se vuelva en forma de nube para que exista la lluvia. Osumaré no se puede olvidar, porque el final de los ciclos es el final de la Tierra. Es la gran serpiente que rodea la tierra y asegura la unidad y la renovación de nuestro Universo. Vive en el Òrun y llega a la tierra como el arco iris.
Hijo de Nana y hermano de Obaluaiye.
Osumaré es Òrìsà masculino, pero debido a su dualidad y ciclos (seis meses una serpiente, seis meses como el arco iris), algunos dicen que es incorrecto aseverar que es masculino o femenino, dando crédito a que posee los dos sexos como muchos Òrìsàs que poseen esta dualidad. Expresa la unión de los opuestos, a fin de mantener el universo y la vida. Osumaré sintetiza el movimiento de transformación.
Es dueño de todo lo que es alargado, como el cordón umbilical. También representa la riqueza y fortuna como lo hacen otros Òrìsàs.
El Segi (Seguí), mineral azul exótico que se encuentran en la tierra yoruba se dice que es más valioso que el oro, y en la creencia Yoruba se dice que este mineral poco común es el excremento de la deidad Osumaré.
Fue con todos los colores del arco iris que Osumaré le dio color a la naturaleza. Aunque sus cuentas en Brasil son de color amarillo con rayas negras, todos los colores pertenecen a él.
Se identifica con collares en formato de serpiente lleva una serpiente de bronce en sus manos. Algunos dicen que los hijos de Osumaré pasan por etapas mudando su piel como las serpientes y con cambios cíclicos en sus vidas. Sus bailes se caracterizan por que es donde sus adeptos son poseídos repetidas veces por esta deidad, sus bailes y “toques” son los más complejos del Candomble. Se saluda con la llamada: “À robo bo yi!”.
Está vinculado a Sango y Obatalá. En algunos de sus Itans se le ve cuando está en Aiye como Bàbáláwo, contador del tiempo. Posee gran poder de curación.
Por Rafael Molina Oluwo Ifasemu