Internet ha sido motivo de inspiración para la expresión de muchos sacerdotes y religiosos, muchos escriben notas, artículos y hasta libros, el objetivo fundamental informar a la comunidad virtual sobre nuestra religión. Los autores dedican parte de su tiempo para dar a conocer lo que de una u otra forma les ha costado sacrificio, el estudiar, el aprender y hasta el razonar muchas veces de manera coherente ha sido con el esfuerzo de dedicar horas diarias de estudio y aprendizaje, hasta invertir dinero en libros, viajes, estadía y un sinfín de incentivos costosos para poder obtener los conocimientos que dominan. Con la mejor intención, a veces económica pero mayormente de gentileza, el sacerdote que crea notas, artículos, libros, imágenes y hasta videos, lo único que espera con sus aportes es que sean útiles para otras personas, que sean apreciados y valorados por los interesados, no pide que se le agradezca, pero si pide su trabajo, su sacrificio sea respetado, su autoría sea reconocida cuando se le da uso total o parcial de su material, el cual es su producción.
Entre religiosos, y sobre todo entre sacerdotes, se pregona la espiritualidad, la bondad, la cordialidad y la honestidad, sin embargo son los mismos sacerdotes quienes ROBAN ARTICULOS, NOTAS, LIBROS, IMÁGENES, Y VIDEOS AUTO ADJUDICANDOSE LA AUTORIA Y PRODUCCION DE ESTOS, el plagiar es robar, si estamos hablando de guías espirituales, hombres supuestamente de bien, ¿cómo podemos asimilar que estos guías espirituales, seres de luz, sean ladrones?. Así mismo, Òlorìsàs y Bàbáláwos ladrones, un ladrón es un delincuente, una persona deshonesta, que toma lo que no le pertenece.
Cuando nos apoyamos para escribir alguna nota, articulo o libro y tomamos parcialmente o totalmente textos que son de otros autores, tenemos la obligación moral de citar sus nombres, ya que fueron ellos quienes trabajaron en esa información, de otra forma ¿de que religión hablan?, ¿Qué tanto pregonan que son sabios, humildes, buenas personas?, si lo que hacen es tomar lo que no les pertenece sin pedir permiso alguno o citar al verdadero creador de la información?.¿Piensan que la gente no se da cuenta?, ¿hasta dónde puede llegar la ingenuidad de los plagiadores creyendo que la gente no va a saber que lo que supuestamente escribieron o imágenes que crearon, o videos que tomaron pertenecen a otras personas? Señores sacerdotes ladrones de información digital, a través de los diferentes buscadores, por ejemplo de google, se puede confirmar el origen de cualquier texto, de una manera sencilla, de la misma forma encontrar imágenes y videos, esa información es accesible para todo público, sea aleyo o sea sacerdote, por lo tanto están haciendo el papel de delincuentes bobos, ya que queda al descubierto su falta de moral y buenas costumbres, y ese disfraz de guías espirituales, de sabios, de buenas personas se cae fácilmente.
Vale más someterse al escarnio público como ladrón que mantener una buena reputación pidiendo autorización al propietario original para tomar sus cosas, de la misma forma citar el autor de cualquier línea que se tome que no nos pertenezca.
Miles de personas se dan cuenta cuando algún escrito no pertenece a la persona que se lo adjudica, igualmente de aquellos toman libros digitalizados y no citan el autor y el título del libro, para eso están los buscadores, y asi queda mucha gente al descubierto sobre lo que realmente son como religiosos.
Lo idóneo, lo correcto es compartir, compartir el material que nos agrade, así se respetara la procedencia y al autor, y si queremos tomar parte de este material para apoyarnos en una creación propia citar el nombre del autor como fuente consultada.
Lo más fácil del mundo es descubrir a un mentiroso, lo mas bochornoso es ser sometido al escarnio público por querer aparentar lo que no se es, que no se tiene en la cabeza, COMPARTE, RESPETA, DE ESA FORMA ESTAS SIENDO HONESTO Y CORRECTO.
Crédito de la imagen: Foto von Martina W. aus South Africa.