Antes de Olódúmáré enviar al Cocodrilo a la tierra, este era una criatura desvalida en el cielo, únicamente disponía de su boca para hacer todas sus actividades, hablaba y se defendía con esta.
En los preparativos para que el reptil descendiera a la tierra y garantizar una vida feliz en esta, fue ante Òrúnmìlà para someterse ante el Oráculo, el cual avisto Irosun “X”. En aquel entonces el sonso animal fue aconsejado hacer Ebó –sacrificio- con un pedazo de barra de hierro viejo y un chivo para Èsù; después que el sacrificio fue hecho, le fue dada un arma poderosa, que fue la cola, la cual fue formada de la pieza de hierro.
Con su segunda arma, cedida por Olódúmáré –Dios- por la intervención de Òrúnmìlà, que era su cola, podía defenderse tenazmente y luchar para sobrevivir alimentándose, pero fue advertido por Òrúnmìlà de no ser ingrato con Ifá.
Así es el por qué el Cocodrilo llego a la tierra siendo una criatura anfibia, que usa su cola para golpear y debilitar a sus víctimas, y después usa sus fauces para ahogarlas dentro del agua.
El Cocodrilo puede tragar cualquier animal y hasta cosas, pero nunca las semillas de Ìkín –semillas de palma Africana-, que representan a Òrúnmìlà, cuando lo hacen de seguro mueren.
Tomado de la Biblioteca de Fraternidad Ifá de las Américas