El Aborto
“Me he dado cuenta que todos los que están a favor del aborto ya nacieron…”
Ronald Reagan
Ifá y la regla de Oosa repudian el aborto, esto manifestado en la praxis de nuestra religión, hay muchos Odù que indican el rechazo a esta practica, pero lo mas fehaciente visto es que cada ápice de Ifá muestra la importancia del engendro de la vida, la importancia de la unión de masculino y femenino, y más aun la importancia de la fertilidad de los seres humanos y de los seres vivos en general, en fin… la fecundidad.
En nuestra creencia los sacerdotes que nos hemos adentrado en los secretos de Ifá y nos esforzamos por aprender de este, estamos claros que la muerte es parte del proceso de nuestra alma, y que tarde o temprano debe de llegar, sin embargo agotamos hasta los últimos recursos cuando sabemos que Ikú –la muerte- va a actuar de manera prematura. Hacemos todo lo posible porque los seres humanos lleguen a la ancianidad, mas aun repudiamos el asesinato a nonatos, quienes antes de su primera respiración ya tienen asignado un destino el cual debe ser respetado, ya que Ori es un Òrìsà de suma importancia en la creación divina.
Se podría discernir cuando un embarazo anuncia una tragedia, cuando hay problemas graves de salud, bien en el cuerpo del nonato o en el vientre de la madre, allí la sabiduría de la ciencia medica en conjugación con la sabiduría de Ifá determinara si es necesario para preservar la vida de la madre y evitar una desgracia de amplia magnitud la consideración del aborto. Cuando se llega a estos extremos es por que hay suficientes razones negativas para ello. Así como se le exige a una futura madre el control con un medico obstetra, cuando apenas se sospeche de su embarazo, de igual forma la futura madre debe de entrar en un control espiritual de su embarazo, bien con un Òlorìsà o con un Bàbáláwo, para garantizar la vida de la madre y de su hijo.
El aborto sin una necesidad imperante de salvaguardar una vida o evitar una tragedia mayor, es una marca que queda por siempre en la mujer y en el hombre que lo aplica y lo apoya, es una marca negativa que contara como un muy mal acto realizado en la tierra y que de echo tendrá sus consecuencias en la misma tierra y cuando nos toque rendir cuentas en el tribunal divino. El tiempo de Dios ni olvida ni borra un acto tan despiadado, ante el nos tocara rendir cuentas.
Aquí la historia del Odù Ofún… que habla en referencia al aborto y donde Olódúmáré rechaza esta practica asesina.
Había un tamborero que había estado en casa de Òrúnmìlà, este le indico un Ebó y el músico hizo caso omiso al sacrificio. A pocos días fue invitado junto a unos colegas musicos al palacio de un poderoso Rey, después de terminar de ejecutar sus tambores se quedo en la reunión junto al Rey y sus aduladores, comiendo y bebiendo, los otros musicos apenas terminaron su ejecución, contrariamente a él, cobraron por su trabajo y se marcharon de la celebración.
Aquel tamborero olvido que su mujer embarazada esperaba por el, para con el dinero de su paga comprar comida y así cocinar para ambos. El Òrìsà Alagbatori (Ángel de la guarda) del Omo Titun (feto) que era Sango, llevaba tres meses trabajando en la formación de la criatura nonata en el vientre de la madre, al ver Sango la irresponsabilidad del padre al desamparar a la esposa embarazada a cambio de bebida, comida y celebración, este le presento un destino nefasto. Los aduladores y cortesanos del Rey al ver el descontrol del Tamborero, en la bebida le sirvieron mucho mas alcohol hasta que perdió el conocimiento, lo llevaron al patio del palacio y allí lo apedrearon hasta matarlo.
Cuando la esposa se entero de la desgracia de su esposo, se dijo así misma: “no permitiré que mi hijo nazca sin un padre”, y fue al monte a buscar un Ewe –hierva- abortivo para consumirlos. El hijo desde el vientre le rogaba y suplicaba a su madre con la voz de la intuición lo dejara cumplir con el destino que Olódúmáré le había dado a su Ori para cumplir en la tierra, pero ya era tarde ya que ella había consumido los Ewe tóxicos. Sango enfadado por el asesinato de su hijo colaboro a que el infortunio y la desgracia llegaran a la madre, convirtiéndose esta en prostituta para poder subsistir y no morir de hambre.
El Omo Titun había nacido muerto, y la madre lo sepulto al lado de una gran piedra en el río. Sango se presento ante Olódúmáré y le manifestó la crueldad cometida a su Omo –hijo-, decretando Olódúmáré que solo a través de los omo titun habría transmisión pura entre el ser humano y los Òrìsàs. Desde ese momento todos los vientres fértiles son considerados divinos.
Olódúmáré hizo nacer una planta de maíz de granos amargos en el lugar donde estaba sepultado el Omo Titun y nadie comía de esas mazorcas. La madre de la criatura una vez enfadada por el amargo sabor del grano tiro el maíz a un pozo donde una tortuga los tomo y los llevo ante Olódúmáré, este noto la pureza del grano y su celestial energía, a lo que convirtió los granos en un niño armado con una lanza. Cada vez que los servidores del Rey iban al pozo a buscar agua el niño con su lanza perforaba las Igbas donde la recolectaban, a lo que se hizo imposible que cualquier persona llevara agua al palacio del Rey, por lo cual se comenzó a sentir una gran sequía en el palacio y en todo el pueblo. Los mejores guerreros del palacio fracasaban en el intento de dar muerte al niño de la lanza, por lo que el Rey envío a sus súbditos a llevar riquezas a la madre del niño, y así este a cambio les permitió tomar el agua que necesitaban.
El niño tomo los tambores de su padre y comenzó a tocarlos con la misma calidad que su difunto padre los ejecutaba, esto hizo que su padre resucitara. El niño y el padre fueron al Palacio, el Rey al verlo murió de la impresión y el niño fue nombrado como el nuevo Rey.
Sango lo corono con 16 ero y 16 aikodie, llevándolo a Ile Ife donde lo consagraron como Babalawo, así llego la justicia y la paz a aquella tierra.
por Rafael Molina Oluwo Omo Odù Ifasemu para Ifa de las Americas la Fraternidad